Sergio Marxuach
Por Redacción de Sin Comillas

“Un cambio en las prioridades federales podría tener un impacto desproporcionado en la recuperación de Puerto Rico y en la prestación de servicios esenciales a su población, agravando los desafíos existentes y afectando negativamente nuestra economía”, advirtió Sergio M. Marxuach, director de Política Pública del Centro para una Nueva Economía (CNE).

El “think tank” puertorriqueño ha publicado en CNE Review un informe que analiza el impacto en Puerto Rico de los cambios en las políticas públicas federales y la incertidumbre ocasionada por las medida tomadas por el presidente Donald Trump.

Las órdenes ejecutivas federales firmadas por Trump en sus primeros días en la Casa Blanca “pueden tener consecuencias de gran alcance, especialmente en lo que respecta a asuntos fiscales, asistencia por desastres y prioridades de política pública que nos afectan”.

Marxuach subraya la importancia del financiamiento federal para la recuperación de la isla, particularmente después de los huracanes, terremotos y la pandemia de COVID-19. “El financiamiento federal ha sido esencial para reconstruir la infraestructura de Puerto Rico, apoyar su sistema de salud y garantizar oportunidades educativas para sus residentes. Cualquier recorte significativo a estos recursos afectaría directamente a las comunidades más vulnerables de la isla y pondría en peligro el progreso logrado en los últimos años”.

El análisis destaca tres áreas clave para Puerto Rico que podrían verse afectadas:

  1. Fondos de Recuperación Posdesastre: Puerto Rico ha recibido miles de millones en fondos de recuperación de desastres, pero la posibilidad de que el gobierno federal pueda revocar fondos ya comprometidos pone en duda la continuidad de los esfuerzos vitales de reconstrucción. La pérdida de fondos podría retrasar o detener los proyectos de recuperación que están en curso e impactar negativamente la economía de Puerto Rico.
  2. Fondos de Medicaid: El programa Medicaid de la Isla, que depende en gran medida de los fondos federales, es la vía principal de acceso al sistema de salud para los residentes de bajos ingresos en Puerto Rico. Cualquier reducción en estos fondos afectaría directamente los servicios médicos de 1.5 millones de beneficiarios en Puerto Rico, poniendo presión sobre un sistema de salud frágil y empeorando los desafíos fiscales del gobierno central.
  3. Educación: Con aproximadamente $2,400 millones en fondos federales que sostienen el sistema de educación pública de Puerto Rico, cualquier reducción podría poner en peligro el futuro de sus estudiantes.

“Nos guste o no, existe una profunda interconexión entre la prestación de servicios esenciales en Puerto Rico y la política pública federal. Por tanto, nuestros gobernantes deben mantenerse vigilantes para salvaguardar nuestros intereses”, continuó Marxuach. “Un cambio en las prioridades federales podría tener un impacto desproporcionado en la recuperación de Puerto Rico y en la prestación de servicios esenciales a su población, agravando los desafíos existentes y afectando negativamente nuestra economía”.

El informe del CNE también incluye una breve discusión sobre cómo Puerto Rico podría verse afectado directa e indirectamente por los cambios en la política comercial Estados Unidos y los aranceles recientemente impuestos.

Enrique Figueroa, investigador asociado de CNE explicó que Puerto Rico importó en 2023 $661 millones en productos canadienses, entre ellos $72 millones en papas, y compró $1,192 millones a México, que incluyeron $26 millones en cervezas.

Los aranceles podrían, en algunos casos, aumentar los precios de los productos y alterar el patrón de producción local. Aunque la incertidumbre persiste y los impactos exactos son difíciles de predecir.

El análisis también incluye una perspectiva europea sobre la política exterior de Trump. El CNE invitó a Carlota García Encina, investigadora principal de Estados Unidos y Relaciones Transatlánticas del Real Instituto Elcano y profesora de Relaciones Internacionales, a contribuir con un breve comentario sobre cómo los cambios en la política de Estados Unidos podrían afectar a Europa y su relación con Washington en el futuro cercano.

“El objetivo de los europeos frente a la nueva administración debe ser desarrollar un plan claro y realista de lo que quieren lograr en el juego transatlántico que ha iniciado Donald Trump. Deben decidir en qué ámbitos deben seguir alineados con Washington, dónde es necesario reequilibrar la relación, y dónde hay que romper con Estados Unidos. Las respuestas, sin embargo, no son fáciles”.