Por redacción de Sin Comillas
En el marco de la celebración del Día Mundial de la Cruz Roja que se celebra hoy 8 de mayo, la organización anunció que 77 escuelas, que sirven como refugios en tiempos de emergencias, ya están en diseño, construcción o finalizada la instalación de micro redes solares que permitirá energizar áreas claves cuando estas no cuenten con energía eléctrica.
Hasta el momento, de las 77 escuelas que están en proceso, ya 35 cuentan con las micro redes instaladas y 42 están en la etapa de construcción. Este equipo permitirá energizar áreas esenciales como la cocina, áreas de refugio y baños. “Nos da mucha satisfacción saber cuán lejos hemos llegado con este proyecto que será de beneficio no tan solo para el plantel escolar sino para toda la comunidad adyacente a la escuela; y más ahora que se aproxima la próxima temporada de huracanes”, expresó Lee Vanessa Feliciano, ejecutiva regional de la Cruz Roja Americana Capítulo de Puerto Rico.
Durante el año regular, estas micro redes evitarán que los estudiantes pierdan tiempo de clase cuando se vaya la energía en su escuela ya que el equipo energizará el comedor escolar. Esta iniciativa, cuenta con una inversión sobre $20 millones.
Algunos pueblos donde se han instalado micro redes solares en las escuelas son: Adjuntas, Aguas Buenas, Aibonito, Arecibo, Barranquitas, Caguas, Camuy, Cidra, Hatillo, Jayuya, Juana Diaz, Lares, Manatí, Morovis, Naranjito, Toa Baja, Utuado, Yabucoa. Los dos planteles pilotos de este proyecto fueron: Esc. Ramón Quiñones Medina en Yabucoa y Esc. Leoncio Meléndez en Las Piedras.
Algunos de los requisitos que se tomaron en consideración en la selección de las escuelas fueron que las instalaciones contaran con capacidad para atender entre 80 y 500 refugiados, apoyar a las comunidades más impactadas por el huracán María y que las escuelas ubicadas estén en áreas aisladas. Además de la instalación, la Cruz Roja Americana apoyará con el mantenimiento de este equipo por los próximos tres años.
Los paneles solares instalados tienen la capacidad de resistir vientos de hasta 160 millas por hora y cuentan con baterías que apoyarán el funcionamiento del refugio y el comedor escolar del plantel. Este esfuerzo es en coordinación y en colaboración con el Departamento de Educación, la Autoridad de Edificios Públicos y la Oficina Central de Recuperación y Reconstrucción.