José Juan Ruiz (izq.), economista de Santander, y Javier Hidalgo, presidente de Santander Puerto Rico.

La crisis en Europa no es solo una. En Europa hay muchas crisis, asegura José Juan Ruiz, director de Análisis y Estrategia en la División Latinoamérica de Santander. Pero adelanta que lo más urgente, las tres urgencias inmediatas son: solucionar de una vez el tema griego, cómo establecer cortafuegos y cómo se recapitaliza el sistema financiero. Y la gran victoria sería evitar “los dos grandes fracasos intelectuales de cómo hemos tratado la crisis”: haber dejado creer al mundo que una crisis europea era un problema de los europeos, (“no es verdad”) y cuántos errores se hubieran evitado si hubiéramos escuchado a los que enfrentaron estas crisis en Latinoamérica en los años 80 y 90.

“Esto no es la primera vez que ocurre en el mundo. Esto ha ocurrido muchas veces. Pero los europeos, por razones que probablemente tiene mucho que ver con una cierta prepotencia, no han estado muy dispuestos a escuchar y a leer a quien tenía experiencia en estas crisis. Si hubiéramos escuchado a América Latina seguramente la crisis europea la hubiéramos resuelto antes y la hubiéramos resuelto mejor, con menores costes”, opina Ruiz, quien estuvo en la Isla la semana pasada para participar de orador de una actividad en la que se conmemora el 35to aniversario de Santander en Puerto Rico.

Pero con todas las dificultades que enfrenta Europa en los últimos meses, Ruiz es optimista con respecto al futuro. “Nada de lo que pase en los próximos meses o los próximos años va a ser capaz de romper ese concepto de Europa integrado. Europa va a solucionar sus crisis. Nada de lo que ahora nos parece tan urgente, tan dramático probamente lo mantendremos dentro de 12, 18 o 24 meses”.

Europa tiene muchas crisis. Una crisis de diseño institucional, una crisis fiscal en Grecia, una crisis de competitividad en algunos de los países periféricos y una crisis de liderazgo. “Pero todos y cada uno de esos problemas se pueden resolver”.

Considera un error que se haya pensado que la crisis era sólo un problemas de los europeos. “Un mal arreglo a la crisis europea supone un shock para la economía mundial total. No hay posibilidad alguna de esconderse”, explica.

“No hay forma humana de poder evitar que algo que supone el 20% de la economía mundial no genere efectos en el resto de la economía mundial”. El resto del mundo se va a contagiar en mayor o menor medida.

“Esta idea es muy importante, porque sin ella es muy difícil pedir lo que Europa tiene que hacer”. Europa necesita hacer los ajustes necesario, pero también necesita de los organismo internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. “Esto es un tema global y entender esto es una primera forma de avanzar hacia la solución”.

El segundo error en la crisis europea es no haber aprendido de la historia, no haber aprendido de la experiencia de los países de América Latina que ya pasaron por esto hace 20 o 30 años.

“Cuántos errores hubiéramos dejado de cometer si hubiéramos leído a Carlos Díaz Alejandro (economista, 1937-1985). Si hubiéramos escuchado a los que enfrentaron estas crisis en Latinoamérica en los años 80 y 90”.