Se espera un repunte “mayúsculo” la semana que viene, cuando empiecen a aparecer los positivos de Semana Santa
Preocupa la capacidad del sistema hospitalario para hacer frente a esta ola de contagios
Hay un desfase de 1.2 millones de dosis que se han distribuido y no se han administrado. ¿Dónde están?
Por Luisa García Pelatti
Fue un error flexibilizar las restricciones para evitar la expansión del COVID-19. Lejos de atajar el repunte de casos positivos iniciado el 11 de marzo, las decisiones del Gobierno y la inconsciencia de un sector de la población ha provocado que el número de personas contagiadas se haya multiplicado por cinco y se hayan triplicado las hospitalizaciones. Los buenos datos de finales de enero, febrero y principios de marzo se han tirado por la borda y ahora nos enfrentamos a un pico de casos promedio en los últimos siete días de 648, superior al del 13 de enero (515 casos promedio). La gráfica es elocuente.
La demógrafa Judith Rodríguez y Ibrahim Pérez, médico salubrista, en su análisis semanal de los datos del COVID-19, explican que se ha puesto fin a 56 días consecutivos de descensos en los casos positivos, que habían caído hasta un mínimo de 122 casos promedio el 10 de marzo. Desde entonces comenzó la escalada.
“Los 1,107 casos PCR positivos asignados a la fecha 5 de abril y dados a conocer en el informe diario del Departamento de Salud, ha sido la cifra más alta para un día desde los 1,003 casos del 3 de diciembre 2020. Esa es una cifra preocupante porque ocurrió en una fecha que no corresponde a los contagios originados en Semana Santa y Caracoles”, en referencia a la aglomeración de bañistas en el cayo Caracoles en la parguera, Lajas.
Los expertos explican que el actual repunte de casos ya estaba formado y creciendo antes de Semana Santa. “Podemos inferir entonces, que si la semana del 29 de marzo al 4 de abril produjo 2,175 casos, y que si la semana del 5 al 11 de abril, todavía incompleta, tiene ya 2,080 casos en tres días, durante las próximas dos semanas podríamos estar experimentando un repunte adicional mayúsculo cuando se registren los casos de Semana Santa, Caracoles y el Capitolio, lo cual podría poner en precario nuestro sistema hospitalario”.
Consideran que la orden ejecutiva que comenzó el pasado viernes 9 de abril fue “un tanto tardía y tímida”. El Gobierno debería haber actuado antes de Semana Santa y de forma más firme.
Rodríguez y Pérez muestran su preocupación porque el Gobierno enfoque sus esfuerzos, principalmente, en la vacunación y le reste importancia a las medidas de prevención. “En las últimas dos semanas, el COVID no ha respetado ni la vacunación, ni el periodo de incubación”.
Desfase en los datos de vacunación
En Puerto Rico, se han vacunado por completo 430,970 personas, un 14% de la población total y un 24% ha recibido al menos una dosis. Los porcentajes sitúan a la Isla en la peor posición cuando se compara con Estados Unidos
El Departamento de Salud informa que ha recibido 1,743,760 dosis de vacunas anti-COVID, ha distribuido 1,676,380 y administrado 1,175,562. Hay que destacar que hay unas 568,000 dosis que se han recibido pero no se han administrado.
Las cifras son diferentes a las que publica The New York Times, que señala que se han enviado a Puerto Rico 2,426,730 dosis (unas 683,000 dosis más de las que informa el Departamento de Salud) y se han administrado 1,276,169 dosis (100,000 más de lo que informa Salud). Pero, ¿por qué la diferencia de 1.2 millones entre las recibidas y las administradas? El Departamento de Salud no ha aclarado la razón de esta diferencia.
Si se hubieran administrado esas 1.2 millones de dosis, el porcentaje de personas vacunadas con al menos una sola dosis habría aumentado a 59%, la cuarta cifra más alta a nivel mundial.