Por Luisa García Pelatti
Si Puerto Rico quiere reducir al mínimo los contagios debe seguir el modelo israelí y vacunar al menos al 60% de la población. La meta es alcanzable, explican la demógrafa Judith Rodríguez y el médico salubrista Ibrahim Pérez, pero habría que aumentar el ritmo de vacunación.
Hasta el 6 de mayo, un 25.7% de los puertorriqueños estaban completamente vacunados. Para llegar al 60% habría que vacunar a 1,127,054 personas más, incluyendo unas 250,000 que ya han recibido al menos una dosis y están en espera de la segunda.
Pero el ritmo de vacunación ha bajado en los últimos días. La semana pasada se administraron 27,365 dosis.
Según Rodríguez y Pérez, “los israelíes reconocieron que en el concepto de inmunidad de rebaño estaba la única solución sensata para detener la cadena de transmisión del COVID”. Israel ha eliminado las restricciones y ya se puede ir sin mascarilla en espacios abiertos.
La transmisión se detiene cuando la mayor parte de la población es inmune. Los científicos establecieron desde el comienzo que para lograr la inmunidad de rebaño sería necesario vacunar entre 70% y 90% de la población. Los israelíes han logrado administrar 10.5 millones de dosis de vacunas Pfizer a un ritmo de 80,000 dosis diarias. Para el 5 de mayo el 58% de la población estaba vacunada.
“Estamos en medio de un nuevo conteo regresivo comenzado tras los picos de 841 casos positivos y 520 hospitalizaciones adultas de abril 2021 que encabezaron nuestro segundo gran repunte de la pandemia. Llevamos un paso descendente firme, aunque todavía distante de los mínimos que logramos en marzo 2021 (123 casos positivos promedio diario y 119 hospitalizaciones los días 10 y 18 de marzo, respectivamente) cuando llegó a su fin aquel primer gran repunte de noviembre-diciembre 2020”, explican Rodríguez y Pérez tras analizar los datos más recientes.
Los expertos se muestran esperanzados en que los casos positivos sigan bajando y alcance los niveles mínimos de mediados de marzo.
“Para lograrlo, no podemos repetir los errores de flexibilización excesiva y a destiempo que facilitaron el segundo gran repunte. Un repunte que fue agravado, además, por una reacción gubernamental tardía y tímida que permitió en solo cuatro semanas un acelerado ascenso en contagios y hospitalizaciones casi tan cuantioso como el del primer repunte de noviembre. Y antes de que hiciéramos pública esta advertencia, el gobernador Pierluisi emitió el pasado jueves 6 de mayo la inoportuna OE-2021-032 efectiva el 10 de mayo que flexibiliza nuevamente, antes de que ni tan siquiera hayamos recuperado el terreno que perdimos entre marzo y abril”.
Explican que, aunque los datos están mejorando, el 80% de los municipios continúan con tasas de positividad en rojo, incluyendo los del área metropolitana, y las defunciones todavía se mantienen altas (6.4 diarias) durante los primeros días de mayo.
Los contagios confirmados empezaron a bajar el 16 de abril, una semana después se produjo una baja en las hospitalizaciones y los pacientes en intensivo comenzaron su descenso el 27 de abril. Las defunciones se mantienen todavía casi igual que en abril (6.4 diarias).
El mes de abril es el segundo mes con mayor número de casos positivos (18,218), por detrás de noviembre, con 20,252 casos. En las últimas tres semanas los casos han estado bajando.