
Opinión
Por Alberto L. Martín Rivera*
El endeudamiento no es necesariamente negativo. Una alta capacidad de endeudamiento es parte de un sistema diversificado en productos financieros que puede generar oportunidades económicas. Lo negativo es el exceso del endeudamiento, porque bloquea el disfrute del aumento del ingreso y patrimonio.
Los niveles de endeudamiento a corto plazo ayudan a estimular al sistema económico. Sin embargo, en largo plazo, el endeudamiento estanca, en cierta medida, el desarrollo económico, porque se pierde el poder adquisitivo del consumidor con efecto debilitante en el comerciante.
El crecimiento de la cartera de riesgo crediticio de las cooperativas continúa con un alza saludable, con un aumento neto de $457 millones, equivalente a 6.50%, en 2024. Excelente. Ahora, cuando observamos el indicador de deuda emproblemadas en préstamos continúa sigilosamente en un tramo de crecimiento, aunque no en forma elevada.
Al cierre de 2024, las cooperativas de ahorro y crédito (CAC) presentan un índice de emproblemados de 2.51% en comparación con 2.18% en 2023. Esto en volumen es $35 millones, mayor a los $29 millones de 2023. Se trata de un aumento porcentual del 22.5%, mucho más acelerado que el aumento de la cartera de reserva que fue de 6.61%.
Al momento, podemos decir que el crecimiento porcentual del balance moroso se mantiene por debajo de los estándares aceptable del 3.00%. Hay países que lo elevan al 5.00%, lo que no considero aceptable porque limita la gestión eficiente del cobro, entre otros factores.
La desviación estándar nos demuestra un alejamiento de 1.25% de una media de 3.48% por los pasados 10 años. Las variables se mantienen cercanas a la línea de tendencia, manteniendo una variabilidad consistentemente baja, controlada.
En la banca comercial se observa un alejamiento de sus variables de 3.68%, comparado con una media de 7.79% durante los pasados 10 años, con variables altas, pero con inclinación consistentemente baja.
Tanto bancos comerciales como cooperativas han mostrado una excelente mejoría en los últimos cinco años. Las CAC con una desviación de 0.28% y una media de 2.29%; y la banca comercial con una desviación de 1.68% y una media de 4.51%. Podemos decir que el nivel de riesgo observado para ambas instituciones muestra una estructura mayormente saludable.
Ahora, al dividir las cifras por tipo de préstamos, es interesante ver que los créditos regulares ya empezaban a mostrar aumentos, de 1.84% en 2023 a 2.44% en 2024, la cifra más alta en los últimos seis años. Esta cartera tuvo un desembolso de $1,283 millones con una participación de 134k socios/clientes. Esto llevó a esta cartera a un crecimiento de 8.15%.
Su segunda cartera de mayor movimiento es la de autos, con un crecimiento de 1.91%, el más bajo en los últimos 10 años, pero ha mantenido una tendencia de crecimiento de 13.1%. La disminución va en armonía con el mercado, que ha mostrado una caída en ventas en los últimos años. Las razones: altas tasa de interés, menor liquidez en las manos del consumidor y su alto endeudamiento, entre otros. Aun así, esta cartera tuvo una participación de 18k socios/clientes con un desembolso de $611 millones.
La morosidad fue de 2.35% en 2024, la más alta en los últimos 10 años. En 2023 era de 1.99%. Esta cartera tiene un historial a cinco años de 1.63%, excelente.
Por otro lado, los impagos en los créditos hipotecarios se mantienen interesantemente por debajo de lo observado antes de la crisis de la pandemia (3.16%) en 1.05% en 2024. En 2023 la morosidad en hipotecas estaba en 1.41%. Esta cartera tuvo para el 2024 una participación de 2,261 socios/clientes con un desembolso de $318 millones. Esto le presenta un crecimiento en su cartera de 8.89%.
Una de la cartera de mayor vigilancia es la de tarjetas de crédito, con un crecimiento por balance desembolsado de 6.10%, con emproblemados de 4.57%, más bajo que el 5.00% de 2023. Esta cartera tuvo un movimiento de desembolso al año de $21 millones con una participación de 7,881 socios/clientes. Es la cartera con mayor índice de emproblemados.
Posiblemente el consumidor ha tenido la necesidad de utilizar sus reservas líquidas para cubrir las facturaciones de sus tarjetas con una alta tasa de interés, luego de haber utilizado las tarjetas incorrectamente o por falta de orientación financiera como medio de pago o consumo no planificado.
Se dice que el consumidor debería tener, esto como sugerencia, una carga financiera no superior al 15% o 20% de los ingresos en deudas de consumo y un 30% para deudas de vivienda. Esto permitiría un endeudamiento de al menos el 50% de los ingresos, dejando el restante 50% para otros gastos necesarios. Una educación financiera es muy importante.
El segmento de préstamos comerciales sigue mostrando un buen nivel de actividad. Esta cartera tuvo un crecimiento de 8.59% en 2024, menor al 21.9% del año anterior. El flujo de nuevos créditos comerciales ha seguido con fuerza mostrando una participación de 778 socios/clientes comerciantes con un desembolso anual de $175 millones, lo que equivale a un promedio mensual de $15 millones.
Sin embargo, es necesario vigilancia sobre los préstamos emproblemados, que marcaron un pico del 2.94% luego de haber logrado una reducción en 2023 hasta 2.06%, dejando claro que algunas empresas o negocios deben revisar su estabilidad financiera. Su promedio a cinco años es de 3.21%. Sería interesante que las CAC se envolvieran en un mayor grado en programas federales, como SBA, donde se le brindan oportunidades y beneficios mutuos, tanto al comerciante como a las CAC, sea este un “startup” o uno activo.
Un detalle importante es el aumento en los préstamos en quiebra, que presentan un aumento de 10.2%, lo que en volumen es de $7.2 millones, luego de un saneamiento de $44 millones en 2023, forzado por los aumentos significativos de los años anteriores. Esto es mucho más bajo que el 41.8% de 2023.
Las quiebras del Capítulo 13 aumentaron 26.4%, con un volumen de $4.4 millones. Durante los pasados 10 años ha mantenido un promedio en quiebras de 13.5%.
Frente al aumento del riesgo por la actual morosidad, por las políticas que está presentando la nueva administración de Estados Unidos, la inestabilidad de la recesión, la nueva política de aranceles, las políticas por definir de la globalización, en fin, las CAC están y deben tomar medidas de mitigación.
Las provisiones para cubrir el riesgo de crédito alcanzaron un índice de 117% en 2024, por abajo del 135% de 2023. La disminución responde al aumento en su denominador ya que el aumento en su reserva fue de 6.61%, mucho menor que el aumento en sus emproblemados de 22.6%.
Nuestros tiempos nos exponen a las posibilidades a un riesgo elevado a créditos dudosos como, por ejemplo, los que están en la cartera de reestructurado que presenta un aumento de 11.7% comparado a 2023 que cerró en 10.7%.
Obviamente, esta determinación depende de otros muchos factores, entre ellos la estructura o composición de la cartera de cada institución financiera. Todas difieren por sus características particulares. En el caso de las CAC su visión es mucho más liberal abarcando un amplio campo en la clasificación del crédito, los márgenes limitados de ganancia, el tiempo, la gestión de recuperación, en fin. Exponiéndose a un mayor rango de riesgo comparado con aquellas que restringen significativamente su campo de actuación.
Por lo que sugiero un crecimiento a un índice mínimo entre 135% y 150%. Tengamos cuidado de mantener un índice bajo, pues este nos puede estar indicando posiblemente que no se está provisionando adecuadamente para posibles pérdidas futuras.
Sabemos que al aumentar el índice señalado impacta en los ingresos negativamente; pero aseguramos adecuadamente las posibles pérdidas, lo cual sería una señal de resiliencia financiera.
La vena principal de una institución financiera, y esto no excluye a las CAC, es su riesgo crediticio, si ésta es bloqueada por decisiones no acertadas en su gestión de intermediación y recuperación repercute en las posibilidades de una crisis financiera avanzando hacia un deterioro de su capital y solvencia.
Lamentablemente ejemplos no faltan. Evitémoslo manteniendo un análisis financiero integrando medidas avanzadas del riesgo relacionándolo a nuestro entorno económico. El tema no es el aumento leve en los emproblemados, es un tema de vigilancia.
- El autor es un empleado retirado de la banca comercial, con una experiencia de 40 años de servicio.