Opinión

Por Enrique Vázquez Quintana*

Los servicios médicos en Puerto Rico adolecen de múltiples problemas. Algunos los queremos resolver construyendo nuevas facilidades físicas sin tener claro si habremos de conseguir personal profesional médico para ofrecer los servicios de salud. La construcción de un hospital en Vieques es innecesaria. En el Censo del 2020 la población de la Isla de Vieques era de escasamente menos de 9,000 habitantes. La Isla tiene un Centro 330 y un dispensario privado. Es innecesario construir un hospital para esa exigua población. Lo que se necesita es que ese Centro 330 emule al Centro 330 de Castañer en Lares, que tenga 8-10 camas y varias enfermeras o anestesistas que sepan intubar a niños y adultos y luego trasladar los pacientes en helicóptero a San Juan.

Hacer un Centro de Trauma en Mayagüez también es innecesario. Los estados de Alaska, Washington, Montana y Idaho utilizan el Centro de Trauma, Nivel I Harborview, de Seattle, Washington. Mayagüez está a menos de 100 millas de San Juan. Al gobierno municipal de Mayagüez le asignaron $9 millones para iniciar la construcción de un Centro de Trauma. El alcalde utilizó ese dinero para otros asuntos que son motivo de investigación. En Mayagüez no hay ni cirujanos generales, menos aún cirujanos adiestrados en trauma. Lo que hace falta en Mayagüez es un cirujano o generalista con experiencia que pueda estabilizar e intubar al paciente traumatizado y trasladarlo a San Juan en helicóptero o por ambulancia terrestre. Una ambulancia terrestre tarda una hora y media de Mayagüez a San Juan.

La construcción de un nuevo Hospital de Trauma en los predios del Centro Médico de San Juan también es innecesaria. Lo que se debe hacer es modificar el Hospital Industrial y crear cuartos semiprivados, con dos camas, y transferir los pacientes del Centro Médico al Hospital Industrial, que tiene cinco salas de operaciones que no se utilizan, tiene Unidad de Intensivo y Unidad de Quemados. La utilización del Hospital Industrial es muy baja, sobrevive porque cobra primas muy altas a nosotros, dueños de residencias en el país, y les paga poco a los accidentados en accidentes del trabajo o ambas cosas.

Tanto a la Corporación del Fondo del Seguro del Estado como a la Administración de Compensaciones por Accidentes Automovilísticos (ACAA) se les debe remover el componente de ofrecer servicios médicos y limitar su función a compensar al accidentado en el trabajo o en automóviles. Los ahorros resultantes se asignarían al Plan Vital resultando con una extraordinaria solvencia de ese plan.

Al Hospital de Trauma hay que otorgarle solvencia económica para que pueda ser considerado por el Comité de Trauma del Colegio Americano de Cirujanos. Por cada marbete de auto se pagan $2.00 para el Hospital de Trauma. Pero el director ejecutivo del Centro Médico retiene una gran cantidad y le ofrece una cantidad ínfima el director del Hospital de Trauma. Además, debe tener una unidad de rehabilitación para los pacientes traumatizados y debe reducir marcadamente el período prehospitalario, de transportación desde el área del accidente al Hospital de Trauma, que al presente es muy larga. En la Guerra de Vietnam si el paciente era transportado en una hora o menos (Golden Hour) más del 90% de los heridos se salvaban.

El Hospital de Trauma de San Juan no ha sido ni siquiera evaluado por el Comité de Trauma del Colegio Americano de Cirujanos. Solamente está acreditado por el Departamento de Salud de Puerto Rico.

Los políticos que no saben de medicina y menos de trauma ofrecen la construcción de facilidades para obtener el favor del pueblo.

  • El autor es doctor en medicina y fue presidente del Colegio Médicos de Puerto Rico