Por Luisa García Pelatti
El miércoles de la semana pasada el periódico El Nuevo Día publicaba en su portada un artículo titulado Cifras que no cuadra, en el que señalaba que las cifras de empleo publicadas con el Censo eran diferentes a las que publica en el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH) en Puerto Rico, sugiriendo que esa diferencia podía obedecer a algún tipo de manipulación.
El economista Juan Castañer, de Estudios Técnicos, Inc., explica que el mismo cuestionario del Censo destaca que hay diferencias entre ambos estimados de empleo y desempleo.
“Los estimados sobre empleo y desempleo pueden variar de los datos oficiales sobre la fuerza laboral emitidos por la Oficina de Estadísticas Laborales debido a las diferencias en el diseño de la encuesta y la recopilación de datos. Para obtener información sobre las diferencias en los estimados de empleo y desempleo de diferentes fuentes, vea la Labor Force Guidance.
“Es importante prestar atención a las notas que tienen los cuestionarios del censo de población y de la Encuesta de la Comunidad”, aconseja Castañer.
En segundo lugar, “las clasificaciones de empleo, desempleo,y grupo trabajador, que utiliza la Encuesta de Vivienda de Puerto Rico son clasificaciones de la Organización International del Trabajo (OIT) y de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (US BLS). Además los estimados son supervisados por el US BLS. El personal del DTRH no clasifica. Cualquier cambio en clasificación que haya habido se habrá dado con la anuencia del US BLS. El que desee abundar más, le recomiendo que revise los cuestionarios del Censo de Población, del Grupo Trabajador, y de la Encuesta de la Comunidad para Puerto Rico”.
En tercer lugar, hay que tener también en cuenta que los datos de empleo no han sido revisados y se utilizan los datos del Censo de Población de 2000 y no los del 2010. “No es lo mismo hacer los estimados utilizando un estimado de población de 4 millones de habitantes que uno de 3.7 millones con características demograficas muy distintas”, advierte el economista Raúl Figueroa.