Agencias

El presidente Evo Morales nacionalizó el martes la Transportadora de Electricidad del grupo Red Eléctrica de España, que controla 74% del mercado local de transporte de energía, y ordenó a los militares tomar las instalaciones de la compañía en medio de fuertes protestas contra su gobierno.

La medida completa la nacionalización de la industria eléctrica que hasta la década pasada estaba bajo control del Estado. El 1 de mayo de 2010 el mandatario había nacionalizado las cuatro mayores plantas hidroeléctricas.

“Estamos nacionalizando la Transportadora de Electricidad a nombre del pueblo boliviano y como justo homenaje a los trabajadores que lucharon por la recuperación de los recursos naturales y de los servicios básicos”, dijo el mandatario durante una ceremonia de homenaje a los trabajadores en el palacio presidencial.

Agregó que la Transportadora de Electricidad pasó a control de la estatal Empresa Nacional de Electricidad.

Afuera de la sede gubernamental el ambiente era de hostilidad. Hasta el año pasado, cada 1 de mayo la plaza de armas era escenario de una fiesta popular muy concurrida. Desde que asumió en enero de 2006, Morales nacionalizó los hidrocarburos, una telefónica, la industria eléctrica y otras compañías privatizadas y lo hizo siempre un 1 de mayo y con el apoyo de los sindicatos obreros.

Pero el martes, mientras Morales hacía el anuncio, la policía fuertemente pertrechada con equipos antimotines cerraba los accesos a la plaza para evitar que los manifestantes ingresaran a protestar en demanda de mejoras salariales.

Poco después del anuncio, militares armados se apostaron en los ingresos de la compañía en la ciudad de Cochabamba en el centro del país y colocaron la bandera nacional en las puertas. No hubo incidentes.

La Transportadora de Electricidad es propietaria de 2,772 kilómetros de líneas de transmisión. La española Unión Fenosa pagó $39.9 millones por el paquete cuando la empresa fue privatizada en 1997. En 2002 Fenosa vendió sus acciones a Red Eléctrica Internacional, filial del Grupo Red Eléctrica de España, que tiene numerosas inversiones en Brasil, Argentina y otros países. Su actividad es transportar la energía generada por los productores y entregarla a distribuidores y consumidores.

El decreto de nacionalización señala que una “empresa independiente” valuará los activos y establece 180 días para iniciar una negociación con los propietarios y fijar el monto de la indemnización.

El embajador de España en La Paz, Ramón Santos, declaró a medios de prensa que “la medida no le ha gusta a mi gobierno”.

Agregó que “aceptamos que el gobierno de Bolivia puede adoptar estas medidas pero nos parece que está mandando una señal negativa que genera desconfianza”. Rechazó, sin embargo, comparar la nacionalización con la expropiación de acciones de la petrolera Repsol en la argentina YPF porque “son empresas diferentes”.

En su primer año de gobierno, Morales nacionalizó el 1 de mayo de 2006 los hidrocarburos con la renegociación de contratos con una docena de petroleras, entre ellas Repsol, Petrobras, BG y Total.

En 2009 nacionalizó la mayor telefónica del país que estaba en manos de la italiana ETI y en 2010 las cuatro mayores generadoras eléctricas que eran de la francesa Suez, de la británica Rurelec y de accionistas bolivianos. Sólo con ETI el gobierno ha podido cerrar negociaciones para fijar el monto de indemnización.

La nacionalización de los hidrocarburos mejoró los ingresos del Estado y financió subsidios para los más pobres pero también disminuyó las inversiones extranjeras afectando sobre todo la producción de crudo para el mercado interno.

Lo mismo ocurrió con la industria eléctrica. El año pasado varias ciudades sufrieron cortes por un estancamiento del nivel de reserva frente el aumento de la demanda.