Por redacción de Sin Comillas
La Academia Sueca de las Ciencias ha galardonado al expresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos e investigador en el Brookings Institute, Ben Bernanke (68 años), al profesor de la Universidad de Chicago Douglas W. Diamond (68 años) y a Philip H. Dybvig (66 años), de la Washington University, con el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel 2022, conocido como Premio Nobel de Economía.
El galardón ha sido concedido “por su investigación en banca y crisis financieras”. La Academia Sueca señala que los análisis de los premiados “han sido de gran importancia práctica para regular los mercados financieros y hacer frente a las crisis financieras” y “han mejorado significativamente nuestra comprensión del papel de los bancos en la economía, particularmente durante las crisis financieras. Un hallazgo importante en su investigación es por qué es vital evitar los colapsos bancarios”.
“La Gran Depresión de la década de 1930 paralizó las economías del mundo durante muchos años y tuvo enormes consecuencias sociales. Sin embargo, hemos manejado mejor las crisis financieras posteriores gracias a los conocimientos de investigación de los laureados de este año. Han demostrado la importancia de prevenir colapsos bancarios generalizados”, destaca la Academia.
La Academia Sueca ha reconocido la investigación de Bernanke sobre la Gran Depresión de la década de 1930. Su trabajo explica las consecuencias del pánico bancario, que demostró que fue un factor decisivo para que la crisis fuera tan larga y profunda. Antes, los economistas creían que las quiebras bancarias eran una mera consecuencia de la recesión. Bernanke demostró que esas bancarrotas iban más allá, puesto que rompían esa conexión entre ahorradores y prestatarios. Eso suponía una contracción de la inversión y, por tanto, de la economía.
De nuevo, el premio recae en tres norteamericanos, que son la mitad de los galardonados. Y otra vez deja fuera a mujeres, que solo han accedido a él en dos ocasiones. La Academia premió el año pasado al canadiense David Card, al estadounidense-israelí Joshua Angrist y al neerlandés-estadounidense Guido Imbens con por sus “contribuciones empíricas en el campo de la economía del trabajo”, entre ellas la que rebate la idea generalizada de que una subida del salario mínimo siempre acarrea pérdidas de empleo.