Por Luisa García Pelatti
La banca no crecerá hasta que no se produzca una recuperación de la actividad económico. Es por ello que cada vez más se escucha entre los ejecutivos del sector financieros la necesidad de llegar a acuerdos. Durante un conversatorio celebrado el viernes pasado durante la convención de la Asociación para Profesionales de Finanzas, representantes de seis bancos, creen que es necesario que el sector se una y hable con una sola voz. Pero también consideran necesario que el sector privado asuma un rol más activos en busca una solución a la falta de crecimiento económico.
Tras escuchar a un economista de Moody’s decir que la economía de Puerto Rico enfrenta serias dificultades para salir de la profunda recesión en la que se encuentra, los banqueros (Patrick Haggarty de Oriental; Guillermo Gómez de Citibank; Michael McDonald de FirstBank; Maritza Abadía de Banesco; José Pachano de Popular; y Rafael Flores de Scotiabank) ofrecieron su visión.
Dijeron que los nuevos impuestos significan menos dinero en la economía para gastar y ven eso como una lastre al crecimiento económico.
Consideran un evento positivo, porque se dio información, la celebración de la reciente conferencia del Gobierno con inversionistas. “Están tomando una postura más activa de lo que habíamos visto en el pasado”, dijo Michael McDonald, vicepresidente ejecutivo de FirstBank. “La pregunta es si el Gobierno debe definir la visión y nosotros (el sector privado) seguirlos a ellos; o si debe intervenir el sector privado”, cuestiona McDonald.
Patrick Haggarty, vicepresidente senior de Oriental, opina que la reacción del Gobierno ha sido enteramente fiscal. Se han enfocando en recaudar más. Tenemos el sistema contributivo meas complejo que pueda existir y lo último que hicimos es hacerlo más complejo”. Reclama liderazgo desde todos los sectores de la sociedad para llevar a cabo una concertación.
Maritza Abadía, country manager de Banesco, entiende que los próximos dos años no va a haber crecimiento económico y que el Gobierno ha tomado medids para atender “lo inmediato”, pero “para lograr crecimiento económico es importantísimo trabajar con el costo energético” y aboga por “un esfuerzo concertado” porque de otra forma “vamos a segur debatiendo sobre los mismos problemas”.
Sobre la caída en el precio de los bonos de Puerto Rico, McDonald califica la situación como la “tormenta perfecta” y cree que este período de volatilidad se mantendrá durante uno o dos meses más, aunque los precios ya han empezado a mejorar.
“El Gobierno, en el webcast, dijo que no tenían necesidad de ir a los mercados y es va a crear una señal de confianza para los analistas. Tenemos la responsabilidad de apoyar al Gobierno durante uno o dos años”, comentó el ejecutivo de FirstBank. El Gobierno dependerá en los próximos meses de financiamientos privados ante las dificultades para salir al mercado de bonos.
Guillermo Gómez de Citibank, señala que el Gobierno tienen que mejorar “su disclosure”. “En la medida que vean acción y resultados, el mercado va a calmarse un poco”.
Para Abadía, un Gobierno más abierto y transparente puede contribuir a reducir los niveles de preocupación en los mercados. Considera un aspecto positivo que se haya decidido posponer cualquier emisión. La clave, dice, está en lograr que los recaudos aumenten y si no se logra el Gobierno debe tener un plan B.
Los banqueros hicieron referencia a la crisis de credibilidad que supone ser objeto de escrutinio de la prensa financiera de Estados Unidos.
“Puerto Rico no está en una situación financiera peor de lo que estaba el año pasado”, asegura Haggarty, que opina que esa prensa financiera no es necesariamente especializada ni conoce el mercado de Puerto Rico. “Nadie este negando la mayor, pero es un problema manejable”, opina, sin embargo, “el mercado está diciendo que aún con todo lo que se ha hecho no es suficiente”. La valoración del mercado hoy no es una valoración proporcional a lo que es el riesgo real de Puerto Rico”.
Este riesgo mayor que percibe el mercado, junto al desconocimiento de la estructura legal de Puerto Rico (la imposibilidad de irse a la quiebra) pone mucha más presión sobre el tema de liquidez.
Hay inversionistas muy sofisticados que, sorprendentemente no saben que las corporaciones públicas de Puerto Rico no se pueden acoger a la quiebra y como destaca Haggarty, “este es un tema fundamental en el análisis de este tipo de riesgos”.
Los ejecutivos creen que es necesario que la banca apoye al Gobierno. “Debemos mostrar que efectivamente creemos que ésta es una situación manejable y apoyar al Gobierno”, apuntó Haggarty.
¿Y cómo pueden los bancos contribuir al desarrollo económico de Puerto Rico?, preguntó José J. Villamil, presidente de la Junta de Directores de Estudios Técnicos, Inc., que ejerció de moderador en la actividad.
Los banqueros están de acuerdo en que se necesita una Asociación de Bancos fuerte, que tenga un mayor protagonismo en las decisiones de política pública.