Por redacción de Sin Comillas

Un año después de la irrupción del coronavirus se observa aumento en el número de personas que, desmoralizadas ante la imposibilidad de conseguir un empleo, ya ni lo buscan.

En marzo de 2020, el número de desalentados era de 17,000 personas. Doce meses después la cifra se multiplicó casi por cuatro, hasta 64,000 personas. La cifra está por encima de la del mes de febrero de este año, cuando el número de desalentados era de 58,000 personas.

Esta parte de la población desempleada no aparece de forma visible en las estadísticas: se trata de aquellas personas que no encuentran un nuevo empleo y ni siquiera se registran como solicitantes de beneficios de desempleo.

Si se incluyeran estas personas en la tasa de desempleo aumentaría de 8.1% a 8.9%.