Por Luisa García Pelatti
Desde hace tres meses, los datos de empleo muestran cambios. La tasa de participación y la tasa de empleo han estado aumentado, al tiempo que la tasa de desempleo disminuye. Sin embargo, las dos encuestas que realiza el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos para medir el empleo presentan resultados contradictorios.
Los datos podrían estar empezando a reflejar el “mini-auge” que se espera se produzca en la economía con la llegada de los fondos federales para la reconstrucción tras el huracán María y el desembolso de las reclamaciones a los seguros. Pero también podrían verse afectados por la ola migratoria que se produjo después del huracán. El empleo lleva cayendo desde el 2006, con la única excepción del año 2012.
La Encuesta del Grupo Trabajador señala un aumento de 3.1% entre agosto de este año y el mismo mes del año pasado, lo que supone un aumento de 30,000 empleos.
Por su parte, la Encuesta de Empleo Asalariado No Agrícola indica un descenso de 2.9% en el mismo periodo, lo que significa 25,800 empleos menos. Cuando se compara con el mes previo, el empleo cayó 0.1%, tras dos meses al alza.
La Encuesta del Grupo Trabajador ha estado mostrando aumentos interanuales en los últimos tres meses. La subida de agosto es la mayor.
La tasa de desempleo cayó a 8.8%, la más baja registrada. El número de personas desempleadas cae, por primera vez en cuatro décadas, por debajo de las 100,000 personas, hasta 97,000.
La tasa de participación ha estado aumentando desde mayo y en agosto se situó en 40.4%, la más alta para un mes de agosto desde 2013.
Pero más importante, la tasa de empleo (la proporción de la población disponible para trabajar que está efectivamente trabajando) se ha elevado hasta 36.7%, y lleva cinco meses por encima del nivel del año pasado.
El grupo trabajador crece hasta 1,104,000, superando en 13,000 personas a la cifra del año pasado.
Pero si se está creando empleo, los datos no se reflejan en la Encuesta de Empleo Asalariado No Agrícola, que sigue mostrando caídas en el empleo, aunque se observa una desaceleración. La disminución de agosto es la menor en los últimos 11 meses. El sector privado perdió en agosto 18,100 empleos, la menor caída en el periodo post-huracán.
Todos los sectores pierden empleos. El Gobierno lidera las pérdidas con 7,700 empleos menos respecto al año pasado. Le siguen Servicios Educativos y de Salud (-5,800); Comercio, Transporte y Utilidades (-5,000); Servicios Profesionales y Comerciales (-2,400); Manufactura (-1,700); Minería y Construcción (-800); Recreación y Alojamiento (-900); Finanzas (-700); e Información (-400).
Cuando se comparan los datos de agosto con los de julio, se observan aumentos en el empleo en manufactura (100), Comercio, Transporte y Utilidades (200), Finanzas (200) y Recreación y Alojamiento (200).
El número de desalentados, personas que ya ni se molestan en buscar trabajo, baja de 35,000 en agosto del año pasado a 18,000 este año.
¿Es la emigración?
El mercado de empleo podría estar reflejando los efectos de la emigración. Según datos del Instituto de Estadísticas, 97,000 personas se mudaron a Estados Unidos en el 2017, tras el huracán María. Es el movimiento migratorio más grande desde que se lleva a cabo la encuesta en 2005.
La población civil –las personas de 16 años o más capaces de trabajar–, que lleva siete años cayendo, perdió 53,000 personas en agosto. Este hecho es relevante porque la población civil es el denominador en la fórmula para calcular la tasa de empleo –una medida que nos dice qué proporción de la población que podría estar disponible para trabajar está efectivamente trabajando– y la tasa de participación. Por lo tanto, los aumentos de la tasa de empleo y de la tasa de participación no necesariamente responderían a un mercado laboral más robusto.
¿Por qué los datos son diferentes en las dos encuestas?
El Departamento del Trabajo explica que la información para la Encuesta de Grupo Trabajador se obtiene a través de visitas a una muestra de hogares, mientras que la de Empleo Asalariado No Agrícola se obtiene directamente de las nóminas de establecimientos industriales. La primera cubre personas en todo tipo de empleo asalariado, empleo por cuenta propia y familiares sin paga. Sin embargo, la segunda considera únicamente los empleados en las nóminas de establecimientos no agrícolas.
En la Encuesta de Grupo Trabajador una persona se cuenta una sola vez, independiente al número de trabajos que tenga, no así en la de Empleo Asalariado No Agrícola donde puede ser contado en los establecimientos en que trabaje. La primera estudia el empleo de las personas de 16 años y más dentro de la población civil no institucional. En la segunda, pueden ser contados militares que estén empleados civilmente.
El consenso entre los economistas es que hay que usar la encuesta de establecimientos (Encuesta de Empleo Asalariado No Agrícola) para medir el comportamiento del empleo, porque esta encuesta permite saber en qué sectores aumenta el empleo. La otra encuesta, la de Grupo Trabajador, o conocida también como encuesta de vivienda, se utiliza para generar estadísticas como la tasa de desempleo, tasa de participación y desempleo.