Por Rita Iris Pérez Soto / BizNet Media
Puerto Rico se dirige hacia una economía más pequeña con un repunte débil –cercano al 0% en este año fiscal 2012 y al 1% en los próximos dos– y un exceso de oferta en el mercado inmobiliario. El financiamiento, tanto del sector público como privado, continuará restringido, aunque las Alianzas Público-Privadas (APPs) podrían viabilizar nuevas obras y proveer al gobierno un mayor margen de financiamiento mediante emisión de nueva deuda.
Así lo expuso el Presidente de la Asociación de Economistas en su presentación en el panel “Tendencias y perspectivas económicas para la industria de la construcción”, durante el 5to. Foro Industria de la Construcción, auspiciado anualmente por el Colegio de Contadores Públicos Autorizados de Puerto Rico.
Se espera que en el 2012 la industria de la construcción refleje una recuperación moderada, a la que contribuirán la vivienda de interés social y la inversión pública, manifestó José Joaquín Villamil, el economista y planificador que también preside de la Junta de Directores Estudios Técnicos.
Por su parte, el doctor José I. Alameda Lozada, economista, planificador certificado y catedrático en el Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, sostuvo que el mercado de vivienda nueva atraviesa por un periodo de estancamiento y se proyecta que continuará así por varias razones. De un lado, el cambio en la composición demográfica con menos jóvenes y un aumento en la población de personas de mayor edad. Del otro lado, una juventud poco propensa al matrimonio y con tasas de divorcios altas; además de una crisis de ingresos en las parejas jóvenes y una fuerte emigración de personas, especialmente los jóvenes.
Este cuadro repercute en la industria de la construcción en la Isla, mermando la demanda por vivienda. Por lo tanto, el sector privado necesita la reactivación de la demanda buscando nichos en el mercado a quienes ofrecer sus productos.
Alameda advirtió que las tasas de interés no constituyen riesgo, al enfatizar en la necesidad de una demanda efectiva y en la recuperación sólida de la economía. Asimismo, llamó la atención a la cautela del sector de la banca privada e hipotecaria en el financiamiento de la vivienda y en proyectos no residenciales.
No obstante, Elí Sepúlveda, vicepresidente de Crédito Comercial del Banco Popular de Puerto Rico (BPPR), dijo que –a pesar de los cambios demográficos– se han abierto otros mercados como el de renta, lo que abre otras oportunidades. Igualmente, aludió a la apertura de un mercado formal de inversión para construcción de hogares para personas de edad avanzada y de cuidado extendido.
“A la economía la mueve el consumo, pero observamos a un consumidor más prudente en sus gastos, lo que tiene su implicación en el sector comercial”, indicó el ejecutivo bancario. Aún así, se observa el impacto de una economía informal que consume bienes y servicios estimulando el establecimiento local de grandes detallistas de Estados Unidos.
No obstante, el BPPR ha financiado proyectos de construcción para los gobiernos estatal y federal como, por ejemplo, edificios de los tribunales (uno de ellos en Caguas) y la Clínica de Veteranos en Mayagüez. Asimismo, hay varios bancos participando en proyectos de las alianzas público privadas y proyectos pequeños de vivienda valorados entre $90,000 a $100,000. Sepúlveda opina que los desarrolladores y constructores de vivienda deben ver un potencial de crecimiento en este nicho. También observó que han comenzado a verse proyectos más formales en el área de la energía alternativa.
Entretanto, el ingeniero José Basora Fagundo, director ejecutivo de la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura (AFI), concurrió con Alameda sobre la necesidad de invertir en la infraestructura como uno de los elementos esenciales en la recuperación del sector de la construcción a corto plazo. A tales fines, destacó la actual inversión en el programa de escuelas para el siglo 21; que tiene un plan escalonado para la construcción de nuevas escuelas y remodelación de las 1,474 escuelas del sistema público del país. Asimismo, recordó la inversión en la carretera PR 22, el Aeropuerto Internacional Luis Munoz Marín y los proyectos de inversión de capital de la Autoridad de Energía Eléctrica y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados.
En su intervención, el comisionado residente en Washington, Pedro Pierluisi, destacó la importancia de la industria de la construcción, por estar ligada a otros sectores económicos que incluyen vivienda, propiedades comerciales, obra pública y espacios comunitarios, y toda la infraestructura. “Una buena infraestructura y una fuerza trabajadora diestra en la construcción sirve para atraer y sostener la inversión del sector privado”, reconoció en su mensaje.
A tales fines, recordó los esfuerzos del Congreso en beneficio de esta industria, entre los que mencionó los siguientes: la rebaja en los impuestos de nómina al Seguro Social que pagan los patronos, la aprobación del Programa de Estímulo Federal (ARRA, por sus siglas en inglés), los fondos TIGER que financian proyectos de transportación, las inversiones en proyectos de canalización y de infraestructura de alcantarillado, el desarrollo de infraestructura de telecomunicaciones, los fondos federales del Departamento de Vivienda Federal (“Community Development Block Grants”) para atender las necesidades del desarrollo comunitario, la propuesta de un Banco de Infraestructura Nacional y la enmienda a la sección 933 A al Código de Rentas Internas Federal para proveerle a las compañías radicadas en Puerto Rico el mismo trato que reciben los individuos residentes en la Isla. Asimismo, labora para mejorar la recopilación de estadísticas a nivel federal para Puerto Rico.