Por redacción de Sin Comillas
La Unión Europea, el G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) y Australia han decidido establecer un precio máximo para el petróleo procedente de Rusia transportado por mar.
El precio máximo será de $60 el barril. El objetivo es que Rusia pueda seguir vendiendo crudo a India y China y países de bajos ingresos, pero con menos ganancias para Moscú para evitar que se lucre de los efectos de su invasión a Ucrania.
Los países que importan petróleo ruso depende de compañías de seguros y de transporte, que están en la Unión Europea o los países del G7, que están obligados a respetar el precio máximo.
Rusia ya ha dicho que no venderá petróleo a ningún país que participe en esta limitación del precio y tiene planes de utilizar petroleros que operan sin seguros de compañías occidentales. Sin embargo, las exportaciones podrían afectarse si no consigue suficientes barcos.
Se estima que las exportaciones rusas de petróleo y gas representa el 42% de los ingresos del país.