Narges Mohammadi. (ll. Niklas Elmehed Nobel Prize Outreach)

Por redacción de Sin Comillas

Nar­ges Moham­madi (Zanjan, Iran, 1972), la defen­sora de los dere­chos de las muje­res ira­níes encar­ce­lada, ha ganado el Pre­mio Nobel de la Paz “por su lucha con­tra la opre­sión de las muje­res en Irán y su lucha por pro­mo­ver los dere­chos huma­nos y la liber­tad para todos”.

El pre­mio llega poco más de un año des­pués de la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, bajo cus­to­dia de la poli­cía moral de Irán, que desen­ca­denó meses de pro­tes­tas pidiendo mayo­res liber­ta­des para los ira­níes.

Moham­madi, una de las acti­vis­tas más cono­ci­das de Irán, ha pasado la mayor parte de su tiempo en pri­sión desde 2009.

“Queremos dar el premio para animar a Narges Mohammadi y a los cientos de miles de personas que han estado clamando ‘Mujer, Vida, Libertad’ en Irán”, ha dicho Berit Reiss-Andersen, presidenta del Comité Nobel noruego, en alusión al lema de las protestas contra el régimen lideradas por mujeres entre septiembre de 2022 e inicios de 2023.

Mohammadi, que es ingeniera, fue detenida por primera vez en 1998. En los 25 años transcurridos desde aquella primera condena, “el régimen iraní la ha arrestado 13 veces, condenado cinco veces y sentenciado a un total de 31 años de prisión y 154 latigazos”, ha subrayado la presidenta del Comité noruego.

Mohammadi perdió su trabajo, su libertad y su salud, ha sufrido varios ataques al corazón en la cárcel, donde se le ha negado la adecuada asistencia médica. Desde hace ocho años no ha podido ver sus hijos, mellizos de 16 años, que viven en el exilio en Francia con su marido, a quien tampoco ha visto en persona desde hace 10 años.