Agencias
Wall Street arrancó el año con una fuerte subida. Sin embargo, los avances aflojaron el ritmo al cierre de la sesión. La mejora de la actividad manufacturera en EEUU y China estimuló las compras. Al final de la primera sesión del año, el Dow Jones se alejó de los máximos y no logró acabar por encima de los 12,400 puntos, se quedó en los 12,397 puntos. Por su parte, el S&P 500 avanzó un 1.55%, hasta los 1,277 puntos y el Nasdaq Composite se anotó un 1.66%, hasta los 2,649 puntos.
Las razones para el optimismo llegaron de los buenos datos macro procedentes de EEUU y China. La principal referencia macroeconómica de la jornada la dejó el índice ISM del sector manufacturero, que en diciembre escaló hasta su nivel más alto en seis meses. Su mejora dio señales alentadoras al mercado, al igual que ya había hecho esta mañana el de China, que salió de la contracción en el último mes.
En la parte final de la sesión, los inversores conocieron de las actas de la Fed la predisposición de los miembros del banco central a adoptar más estímulos, aunque hay una minoría que se opone. Los temores a que las turbulencias en los mercados financieros por la crisis de deuda europea frenen la recuperación motivan a los oficiales de la Reserva Federal a mantener la puerta abierta a más medidas. Las actas también recoge un cambio importante en la política de comunicación de la Fed. El banco central incluirá a partir de su encuentro de enero las previsiones de sus oficiales sobre la evolución de las tasas.
El euro se fortaleció y recuperó los $1.30. El precio del West Texas cerró con una fuerte subida del 4%, hasta el borde de los $103.