Por Luisa García Pelatti

El conflicto comercial entre Estados Unidos y China sobre la imposición de aranceles a los productos chinos tendrá serios efectos sobre la economía de Puerto Rico advierte Heidie Calero, presidenta de H. Calero Consulitng Group, Inc., en un análisis publicado en Economic Pulse Puerto Rico.

Tras la cumbre del G20 en Osaka, Japón, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, postergó los nuevos aranceles a aproximadamente $300,000 millones al año a las importaciones de china que había amenazado con imponer en algún momento no especificado si Pekín no regresaba a la mesa de negociaciones. También señaló, sin dar mayores detalles, que disminuiría las restricciones que su gobierno había puesto a la tecnología estadounidense que podía emplear la compañía de teléfonos móviles Huawei. Los dos países siguen en negociaciones.

Si el resultado de las negociaciones favorece a Estados Unidos será más probable que Trump gane la reelección en el 2020, lo que significaría la continuación de la estricta supervisión de la liberación de los fondos de recuperación para Puerto Rico, que llevaría a una recuperación más lenta.

La imposición de aranceles a las importaciones de productos de China provocaría un alza en los precios, especialmente en materiales de construcción, y provocaría en la economía de Puerto Rico el peor escenario: más crecimiento negativo, lo que, además, pondría en peligro los recientes acuerdos de renegociación de la deuda pública. A juicio de Calero, en este escenario “podríamos enfrentarnos a un segundo periodo de crisis sobre las recientes huellas de la primera”.

En el año fiscal 2018, Puerto Rico tenía un superávit de $58 millones en su balanza comercial con China. La mayor partida de las exportaciones a China corresponden a $284 millones en medicinas cardiovasculares, mientras que de China se importan químicos, ropa y productos electrónicos.