Por redacción de Sin Comillas

El Tribunal Supremo de Estados Unidos paralizó, en una decisión dividida 5-4, los planes del Gobierno de preguntar en el Censo 2020 a los habitantes de Estados Unidos si son ciudadanos o no. Sería la primera vez desde 1950 que se incluye esa pregunta.

El censo cuenta a todos los residentes de Estados Unidos, cualquiera que sea su nacionalidad o si tienen residencia legal o no. Por ley, la Oficina del Censo tiene que contar la población al 1 de abril de 2020.

Los que se oponen a que se incluye preguntar por la ciudadanía señalan que podría hacerlo reduciría la tasa de respuesta en comunidades que tienen altos niveles de población inmigrante, incluso en hogares que son residentes legales, lo que significa que se subestimaría la población.

Además, estas comunidades recibiría menos fondos federales y su representación política se vería mermada.