Por redacción de Sin Comillas
La escalada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la necesaria restricción del crédito en China, las tensiones macroeconómicas en Argentina y Turquía, los trastornos en la industria automotriz en Alemania y la contracción de las condiciones financieras ocurrida en paralelo a la normalización de la política monetaria de las economías avanzadas más grandes han contribuido a un significativo debilitamiento de la expansión mundial, especialmente en el segundo semestre de 2018, advierte el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“La economía mundial atraviesa un momento delicado. Si los riesgos a la baja no se materializan y las políticas de respaldo adoptadas surten efecto, el crecimiento mundial debería reanimarse. Sin embargo, si se concreta cualquiera de los graves riesgos a la baja, es posible que se descarrile la recuperación prevista en las economías tensionadas, las dependientes de las exportaciones y las sumamente endeudadas. En ese caso, las autoridades tendrán que hacer ajustes. Según las circunstancias, quizá sean necesarias políticas de estímulo fiscal sincronizadas pero específicas para cada país, complementadas por una política monetaria acomodaticia”, comentó Gita Gopinath, economista jefe del FMI.
El organismo que dirige Christine Lagarde proyecta una contracción del crecimiento en 2019 para 70% de la economía mundial. El crecimiento mundial disminuyó a 3.6% en 2018 y continuaría esa trayectoria para ubicarse en 3.3% en 2019. La revisión a la baja del crecimiento, de 0.2 puntos porcentuales para 2019 frente a la proyección de enero, también es generalizada. Refleja revisiones negativas de varias economías grandes, como la zona del euro, América Latina, Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y Australia.
Aunque 2019 arrancó con paso débil, se prevé un repunte para el segundo semestre del año. Se proyecta que el crecimiento económico mundial sea de 3.6% en 2020. Más allá de 2020, el crecimiento se estabilizaría en torno a 3.5%, apuntalado principalmente por el crecimiento de China e India y su creciente peso en el ingreso mundial.
Todos los grandes países se han visto afectados por el tono pesimista del FMI, incluido Estados Unidos, cuya previsión del crecimiento baja ahora a 2.3% este año, frente al 2.5% que se calculó en enero, debido al impacto del cierre del Gobierno en enero y a un mayor gasto fiscal.
Para 2020, sin embargo, la estimación sube en una décima de puntos porcentual, hasta 1.9%, tras la decisión de la Reserva Federal de frenar la subida de las tasas de interés. “El impulso en los Estados Unidos se mantuvo sólido en medio de un mercado laboral ajustado y un fuerte crecimiento del consumo, pero la inversión pareció disminuir en la segunda mitad del año”, advierten desde el FMI.
Latinoamérica experimenta una fuerte rebaja del 0.6% hasta apenas un crecimiento del 1.4% este año, lastrada especialmente por Brasil, cuyas proyecciones caen del 2.6% al 2.1%, y por México, que baja del 2.1% al 1.6%.