Por Luisa García Pelatti

El nuevo Plan Fiscal presentado por la Junta de Control Fiscal modifica las proyecciones económicas presentadas en los planes fiscales de enero, febrero y marzo de este año.

Si en el Plan de marzo el Gobierno contemplaba una contracción en la economía de 10.6% en el año fiscal 2018, el plan fiscal elaborado por la Junta prevé una caída de 13.0% antes de que se realicen las reformas y los cambios solicitados. La economía sufrirá una contracción de 13.2% después de las reformas.

Menos optimistas son también las previsiones de un repunte económico para el año fiscal 2019: 6.8% (antes de las reformas) y 5.9% (después), en comparación con un rebote de 7.3% incluido en el Plan Fiscal de marzo. En el plan de febrero se hablaba de un crecimiento de 8.4% en el año fiscal 2019. El enero se estimaba un incremento de 7.6%.

Para el año fiscal 2020, el cambio no es muy significativo 3.0% (antes de las medidas), comparado con un 2.9% en el plan de marzo y 3.5% del plan de febrero. Pero cuando se implementan las reformas la economía crecería sólo 1.6%.

Se revisaron a la baja también las proyecciones de crecimiento del 2021, de 2.3% a 1.2% (antes de reformas) y 1.4% (después).

Para el 2022, en el mejor de los casos la economía podría crecer 2.2%, por encima de 1.8% previsto y 1.9% en el 2023, comparado con 1.1% estimado en el plan anterior.

El 24 de enero se sometió un plan, que modificaba el presentado en marzo de 2017 para incluir los efectos de los huracanes Irma y María. Luego del proceso de revisión inicial la Junta envió notificaciones de violaciones el 5 de febrero y se volvió a someter un nuevo Plan Fiscal el 12 de febrero.

Tras conversaciones entre los asesores del Gobierno y los de la Junta se incorporaron cambios al documento que se entregó el 23 de marzo. La Junta no dio por bueno ese Plan y solicitó cambios, entre ellos un recorte en las pensiones. El Gobernador dijo que entregaría un plan revisado, pero sin despidos ni recortes de las pensiones.