T-Mobile aprovechó el lanzamiento del Galaxy S 4G para hacer balance de resultados. Jorge Martel, gerente general de la compañía, se muestra satisfecho con el último trimestre de 2010 y revela que, aunque enero empezó algo lento, febrero ha sido un excelente mes. “No vendíamos tanto desde el Viernes Negro”, aseguró Martel, que subraya que empresa lleva 11 años de crecimiento continuo.
Las ventas se han concentrado en teléfonos inteligentes, sobre todo los que permiten hacer “video chat”. El teléfono más demandado ha sido MyTouch. Los clientes de T-Mobile suelen cambiar de teléfono cada 10 meses y prefieren los modelos “touch screen”.
Martel atribuye los buenos resultados en ventas a que la empresa dispone de una amplia variedad de equipos, pero también al servicio que ofrecen a los clientes, que se refleja en el número de clientes retenidos. T-Mobile, con una cuota de mercado de 20%, es la tercera mayor compañía de telefonía móvil, detrás de AT&T; y Claro.
La compañía está realizando importantes inversiones en su red 4G y, además del Galaxy S, dispone de otros cinco productos que funcionan en esta red de alta velocidad: la Mini Dell, el módem Rocket 2.0, el G2, MyTouch y la Tablet 4G. Para finales del año, T-Mobile espera tener disponibles 25 productos 4G, lo que lo convertiría en el proveedor con más productos 4G.
De cara al futuro, la tendencia es hacia la oferta de contenido, explica Martel. Aplicaciones de banca móvil, todo lo que tenga que ver con pagos o monitoreo de salud de forma remota, son sólo algunos ejemplos de las posibilidades de esta industria.
El ejecutivo se mostró en contra de los intentos de regular las tarifas del sector. Asegura que la regulación no es necesaria porque ésta es una industria muy competitiva, con unas de las tarifas más bajas a nivel mundial, según publicó la revista The Economist.
T-Mobile emplea a unas 500 personas y otras 300 trabajan en el centro de llamadas. Se calcula que los empleos indirectos ascienden a 1,200.