Los cinco mayores bancos hipotecarios de Estados Unidos se reunieron la semana pasada con los reguladores para considerar pagar a los deudores de hipotecas morosas hasta $20,000 a cada uno como parte de un acuerdo más amplio para solucionar la crisis de las ejecuciones hipotecaria, según publicó Financial Times.

En una reunión, presidida por la Federal Deposit Insurance Corporation, el 21 de marzo, se habló del programa “dinero por llaves” (“cash for moiney”), que pagaría a los deudores, con hipotecas atrasadas más de 90 días, un incentivo para abandonar sus hogares. En Estados Unidos hay unos 4.8 millones de familias cuyos pagos hipotecarios están atrasados más de 90 días.

Los bancos pagarían hasta $ 1,000 a los clientes para que busquen asesoramiento financiero independiente y hasta $ 20,000 en efectivo lo que les permitiría dar el pronto pago para la compra de una vivienda. A cambio, tendrían que abandonar su propiedad de forma rápida y dejarla en buenas condiciones.

Sheila Bair, presidenta de la FDIC, habría planteado la idea, pero según personas involucradas,  no se trata de una propuesta oficial del gobierno y fue rechazada enérgicamente por algunos de los bancos.

Funcionarios y ejecutivos de los bancos discutieron otras opciones en la reunión. La FDIC y los bancos no quisieron hacer comentarios. Algunos bancos ya le pagan a algunos deudores para que dejen sus viviendas, ya que es más barato y más rápido que un desalojo por orden judicial, pero los pagos son en general mucho más pequeños.El posible acuerdo se produce después de conocerse que varios bancos en Estados Unidos contrataron a personal sin experiencia que firmaba de forma rápida y sin comprobarlas con exactitud las ejecuciones hipotecarias, en un esquema denominado “robo signers”. Decenas de miles de familias estadounidenses habrían perdido sus viviendas de esta manera.
Ante la amenaza de acciones legales, muchos de los bancos han puesto fin a las ejecuciones hipotecarias para revisar sus procedimientos.Los bancos envueltos en el escándalo son Wells Fargo, GMAC, el Banco OneWest y JP Morgan. Se contempla imponer una multa de más de $20,000 millones, que podrían utilizarse para ayudar a los familias en problemas.