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Por Luisa García Pelatti

Modificar la sección 245A del Código de Rentas Internas de Estados Unidos –que permite que las compañías puedan repatriar sus ganancias con una exención de 85%– para permitir que las compañías establecidas en Puerto Rico tributen sólo la mitad de la tasa estatutaria de Estados Unidos podría generar un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 0.6% y 1.2% al año, según los resultados de un estudio que desveló el economista Juan Lara durante una actividad organizada por la Coalición del Sector Privado. Con el incentivo propuesto la tasa efectiva se reduciría de 35% a 2.63%.

Los cambios a la sección 245A forman parte de una propuesta que la Coalición del Sector Privado planea presentar al Grupo de Trabajo del Congreso de Estados Unidos sobre el Desarrollo Económico en Puerto Rico, que fue establecido como parte de la Ley de Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA, por sus siglas en inglés).

Mientras que la firma de Washington DC que trabajó en el diseño del incentivo estima que la inversión adicional que podría traer a Puerto Rico se traduciría en un crecimiento anual del PIB de 0.6% al año, durante los primeros 10 años; Lara es más optimista y prevé que este crecimiento podría ser de hasta 1.2% al año como consecuencia de esta inversión adicional.

“En cualquiera de los dos casos, de lo que estamos hablando es de que esto sería un “game changers” para la economía de Puerto Rico. Porque tenemos que pensar que el escenario base del que estamos partiendo es un escenario de cero crecimiento, en el mejor de los casos, o en un caso más realista, un escenario de contracción continuada por el futuro previsible en nuestra economía”, señala el economista, que aclaró que este incentivo no solucionaría el problema de la deuda.

“Estamos hablando de que este incentivo –por sí sólo, sin contar otros efectos, sin contar otras cosas que se pudieran hacer, y que efectivamente hay que hacer– significaría que en lugar de tener una economía en contracción, sostenidamente, los próximos 10 o 15 años, o tener una economía, en el mejor de los casos, con un crecimiento cero, podría convertirse en una economía con un crecimiento de entre 0.6% y 1.2% al año, solamente por esto. Y eso es un ‘game changers’, porque, ahora mismo, poner esta economía a crecer, aunque sea con una tasa modesta, de manera sostenida, ciertamente es un cambio sumamente cuantitativo sino cualitativo”.

Este incentivo se estima que podría generar entre $600 millones y $850 millones adicionales en recaudos fiscales al año, durante 10 años, “que es una aportación significativa al erario puertorriqueño”.

La propuesta encajaría con la reforma contributiva que se está planteando en Estados Unidos, por lo que es más difícil pensar que el Congreso de Estados Unidos podría eliminarlo en el futuro.

El informe Krueger prevé que la economía de Puerto Rico caerá a un ritmo anual de 1% durante los próximos 10 0 15 años. “Un escenario extremadamente duro”, opina Lara, aunque los autores del informe pensaban que el escenario podría ser significativamente peor. “En el Informe Krueger no se dice absolutamente nada de un incentivos contributivo federal como el que se está discutiendo ahora. En el Informe Krueger sólo se habla de reformas estructurales. Habla de en programa de reformas muy similar a las reformas estructurales que el Fondo Monetario Internacional (FMI)  típicamente promueve cuando tiene un programa de estabilizacion económica con países con una situación similar a la nuestra”. Lara explica que esas medidas estructurales tiene el efecto, a mediano y largo plazo, de restaurar el crecimiento.

“El problema con eso, en mi opinión, y eso no es lo que está en el Informe Krueger, es que estas reformas estructurales, aunque sí funcionan y pueden cambiar el panorama de la economía en el largo plazo, se pueden tardar mucho tiempo en producir los resultados deseados. Y nosotros necesitamos en Puerto Rico una inyección masiva de inversión sostenida, pronto, para que esta economía deje de caer y empiece a crecer y alcance un periodo de crecimiento sostenido y sostenible”. Según algunos estimados, Puerto Rico podría necesitar que la inversión aumente $10,000 millones. “Es una cifra inconcebible para la situación que hemos tenido en los últimos años”, considera el economista.

Esa inversión no puede venir de Puerto Rico, ni de Estados Unidos, que ya nos ha dicho muchas veces que no nos van a dar un programa de rescate. “La inversión tiene que venir forzosamente del sector privado. La única entidad del sector privado con la capacidad de movilizar un monto de inversión de esa naturaleza es le sector industrial manufacturero. Así que necesitamos un incentivo de este tipo”.

Pero Lara aclara que este incentivo no es la única solución para Puerto Rico. “Las reformas estructurales del Plan Krueger se tienen que hacer. Sin esas reformas esta economía no va a transformarse como se tiene que transformar. Tenemos que ver este incentivo como lo que nos a permitir ponernos de pie rápido, pero no como lo que nos va a permitir mantenernos en pie para siempre. Necesitamos reformas esta economía”.

Explica que Puerto Rico tiene que hacer tres cosas: estabilizar, reformar y reconstruir. “Es una agenda pesadísima para cualquier país, porque cualquiera de ellas por sí sola es un trabajo grande y nosotros tenemos que hacer las tres”. Si no hacemos las tres cosas el problema no se resuelve de manera permanente, advierte.

La función de esta junta de control fiscal es, principalmente, las primeras dos tareas. Pero hay que asegurarse de que la junta le de la atención que necesita a la parte de reconstruir, para eso sirve el incentivo. “Necesitamos un programa de reformas y un nuevo estilo de vida, una vez que todo este capítulo se cierre”.