Por Luisa García Pelatti
El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, culminó ayer su primera visita oficial a Puerto Rico tras reunirse con el gobernador Alejandro García Padilla; el presidente del Senado, Eduardo Bhatia; el Comisionado Residente, Pedro Pierluisi; y empresarios y representantes de organizaciones profesionales.
El anuncio de su visita disparó las expectativas de que se produjera un anuncio sobre algún tipo de ayuda para aliviar la crisis fiscal. Pero Lew se encargó de desterrar esa posibilidad. “Vine a Puerto Rico porque la situación es urgente, para hablar con líderes del Gobierno y el sector privado y asegurarme de que entiendo”, respondió el Secretario a la primera de las cuatro preguntas que se permitieron a los medios seleccionados por el personal de la agencia.
Pidió al Congreso “actuar con urgencia” para permitir que Puerto Rico pueda reestructurar su deuda y que se cree una junta de control fiscal que sea respetuosa con la autonomía del Gobierno de la Isla. El Secretario del Tesoro insistió en que la solución a la crisis debe venir del Congreso de Estados Unidos. “Utilizar todas las herramientas que tenemos no sería tan efectivo como una acción del Congreso. No hay alternativas a la acción del Congreso. Dicho eso, haremos todo lo que podamos, pero no sería suficiente”.
El Gobernador, que se había reunido con el Secretario del Tesoro una hora antes de la conferencia de prensa, agradeció sus esfuerzos y dijo que el próximo paso es que el Congreso tome una decisión, aunque reconoció que la administración de Obama puede hacer más para resolver la crisis.
La visita de Lew reavivará el tema de la deuda de Puerto Rico en los medios de Estados Unidos después de que, en diciembre, el Congreso no incluyera ninguna medida para facilitar la reestructuración de la deuda. Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, se comprometió a presentar una solución antes de que finalice el mes de marzo.
“Creo que Puerto Rico saldrá de la crisis actual y recuperará el crecimiento. La cuestión es cuándo y a qué costo. Los puertorriqueños se están sacrificando, pero a menos que el sacrificio sea compartido por los acreedores en una reestructuración ordenada, no habrá salida a la insolvencia y regreso al crecimiento. Sin una actuación del Congreso, Puerto Rico enfrentará una recuperación larga y difícil que podría tener consecuencias perjudiciales para los ciudadanos americanos que consideran la Isla su hogar. Es por eso que pedimos al Congreso que actúe sin demora”, comentó el Secretario del Tesoro.