Por redacción de Sin Comillas
La Asociación de Industriales de Puerto Rico (AIPR) se opuso al Proyecto del Senado 1523 mejor conocido como la Ley para la Revitalización de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).
Los Industriales destacaron que las disposiciones del Proyecto van en contra del establecimiento y funcionamiento de una entidad reguladora independiente, en este caso la Comisión de Energía de Puerto Rico. Además el mismo no favorece el desarrollo y crecimiento de la energía renovable distribuida en Puerto Rico, no promueve una mayor transparencia en los procesos, ni apoya la competitividad del país.
Se entiende la intención de tomar medidas necesarias para cumplir con el objetivo de revitalizar la AEE para lograr una reducción del costo de energía mientras se cumple con el repago de la deuda. Sin embargo, reforzar el monopolio, como pretende esta medida, es completamente irrazonable. El resultado que atendemos hoy es producto de las malas decisiones de la misma entidad a la cual esta medida pretende devolverle la potestad de tomar decisiones, destacó Francisco García, director ejecutivo de la AIPR.
Los Industriales dieron recomendaciones específicas en torno a la Reforma de la Composición de la Junta de Gobierno. Particularmente expresaron que la reducción en la cantidad de personas que conformen la Junta de Gobierno debe estar motivada por la despolitización de la misma. Esto sería más efectivo si se lleva a cabo mediante una convocatoria abierta, donde se requiera experiencia gerencial en sistemas eléctricos.
Sobre los cambios que esta medida en la determinación de tarifas, los Industriales destacaron que el Proyecto establece nuevos parámetros mediante los cuales se permitirá la aprobación de una estructura tarifaria cuyo control recae nuevamente en la AEE. La Ley 57-2014 consideró todos estos aspectos y, cónsono con la tendencia mundial, se determinó que era necesario conceder la potestad de establecer las tarifas de energía eléctrica a una entidad independiente.
Destacaron que no es posible negar que la AEE ha quedado al margen de la evolución de los sistemas más eficientes de energía a nivel mundial. El sistema de generación, transmisión y distribución en Puerto Rico está estancado y depende excesivamente del petróleo. La AEE ha tenido absoluto control sobre la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica en el país por lo que la ineficiencia operacional, gerencial y administrativa es exclusivamente suya. La Ley 57-2014 eliminó la posibilidad de que la AEE arbitrariamente ajustara las tarifas mensuales de sus clientes para cubrir sus gastos desmedidos y asegurar el cumplimiento de sus obligaciones, concluyó la ponencia en contra del proyecto presentada por el titular de los Industriales.