La deuda cae dos niveles y se sitúa en el nivel más bajo de toda la deuda del Gobierno. A este nivel se considera que la quiebra es inevitable.

S&P advierte que si el BGF lleva a cabo un intercambio de notas la clasificación bajará a SD (“selective default” o impago selectivo) la clasificación de emisor y la clasificación de la deuda a “D” (una deuda imposible de cobrar).

S&P considera que el intercambio de notas del BGF es un incumplimiento de pago según sus criterios.

La agencia opina que debido a la escasa liquidez del BGF –tenía $778 millones al 31 de mayo– va a tener dificultades para hacer frente al pago de sus deudas. Unos $900 millones en notas se vencen en el año fiscal 2016.