Gastos

Por Luisa García Pelatti

Con la inversión privada y pública en caída libre y la contracción de los gastos del Gobierno, el único componente de la economía que está impulsado la actividad económica es el consumo. Una economía subterránea (que incluye actividades legales, pero también ilegales), y que algunos valoran en unos $14,000 millones, parece estar detrás de este dinamismo.

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El gasto de los consumidores aumentó 2.4%, en el año fiscal 2013, más de lo que se esperaba en un ambiente de crisis económica, con una economía que creció sólo 0.3% el año fiscal pasado.

El aumento en los gastos de consumo es el mayor en los últimos ocho años y ha estado impulsado por los gastos de ropa, servicios médicos y cuidado personal.

Los gastos en recreación, viajes al exterior y bebidas alcohólicas y tabaco experimentaron caídas, según datos del Informe Económico al Gobernador que publica la Junta de Planificación.

Ropa

El crecimiento de los gastos de consumo personal empezó a desacelerarse en el 2005. Los gastos registraron caídas de 1.2% y 2.9% en los años fiscales 2008 y 2009, respectivamente. El punto más bajo coincide con los despidos del Gobierno en el 2009.

A partir de ese momento, los gastos mostraron una recuperación. En el 2010 se produjo un alza de 1.4%; creció 1.5% en el 2011; la subida fue de 2.3% en el 2012 y alcanzó 2.4% en el año fiscal 2013.

Sorprende el dinamismo del consumo cuando todavía la economía no está creciendo. La crisis económica hacía prever que se produciría un ajuste en el ingreso de las familias que afectaría el consumo.

El comportamiento del consumo muestra una altamente correlacionado con el crecimiento del producto bruto, pero mientras la economía se ha contraído durante cinco años, los gastos de consumo retrocedieron sólo durante los peores años de la crisis: los años fiscales 2008 y 2009.

Por categoría, el mayor volumen de los gastos de consumo personal se dedica a Ropa y accesorios, que representa el 22.2% del total. Le siguen Funcionamiento del hogar (19.7%) y vivienda (12.9%). Estos tres componentes representan el 54.9% del gasto total.

Viajes

Pero esta distribución no siempre ha sido así. El gasto en ropa ha adquirido una relevancia que antes no tenía. Por ejemplo, en 1989 los consumidores sólo dedicaban el 13% de sus gastos a esta categoría; y el gasto en alimentos ocupaba la segunda posición tras los gastos de funcionamiento en el hogar.

Los gastos en alimentos, que representaban más de 10% del gasto total de los consumidores , constituye ahora sólo el 5.8%, su nivel más bajo.

Los gastos de recreación representa el 11.1% del presupuesto de los consumidores y es la cuarta categoría por volumen.

Un 10.1% de los gastos de los consumidores se van en servicios médicos y 9.3% en transporte.

Llama la atención que las familias dediquen sólo el 2.5% de su presupuesto a educación, una partida que aumentó 3.0% en el 2013.

Donde sí se nota la crisis es en los gastos en viajes al exterior, que disminuyeron 4.0% en el 2013 y representan sólo el 1.0% del gasto total. En cinco años, los gastos en esta categoría han disminuido un 44%.

En las década de los 90, los gastos en viajes llegaron a superar al gasto en educación.

* Este artículo se publicó hoy en la sección que Sin Comillas tiene todos los martes en El Vocero.