Por Luisa García Pelatti
Richard L. Carrión, el presidente del mayor banco de la isla, fue uno de los oradores en el “Puerto Rico Investors Summit”, una actividad que la semana pasada atrajo a más de un centenar millonarios con interés de convertirse en residentes de Puerto Rico.
En una parte con la prensa, Carrión habló de los retos del Gobierno, de la ley de cabotaje y de economía. Al banquero le preocupa especialmente la caída de la población y la baja tasa de participación laboral.
Cuestionado sobre su opinión a cerca de la última emisión de bonos del Gobierno, Carrión señaló que considera que “le da al gobierno espacio para hacer lo que tiene que hacer” y poder volver al mercado, aunque, dice que nadie está contento por la alta tasa de interés que hubo que pagar.
Explicó que no es la primera vez que el mercado de bonos se cierra para Puerto Rico. Ya ocurrió en 1976, después del embargo petrolero. En esa época, al Gobierno le tomó tres o cuatro años poder regresar a los mercados.
Carrión considera que el Gobierno ha tomado muy seriamente la disciplina fiscal y advierte que aunque no será un proceso carente de dolor, balancear el presupuesto es la decisión correcta.
“Creo que los más importante es volver a tener crecimiento”, expresó Carrión, a quien le preocupan especialmente dos estadísticas: la caída de la población y la baja tasa de participación laboral, que está en torno al 40%. “Para mi la estadística más importante es que, por primera vez, vemos como la población se reduce. Nunca lo habíamos visto antes. Es un asunto fundamental que necesitar ser revertido”, comentó Carrión, que participó en la transacción que trajo a Lufthansa.
Sobre la actividad par atraer inversionistas cree que es una dinámica análoga a la que se creó cuando se empezaron a instalar las farmacéuticas. Pero acepta que no esas actividades con constituyen una gran inversión de capital.
A preguntas sobre una posible reestructuración de la deuda del Gobierno, Carrión insistió en que el pago de la deuda está garantizado por la Constitución y cree que hay interés político en pagarla. Pero ve oportunidades para reestructurar la deuda de las corporaciones públicas.
Sobre la necesidad de hacer cambios a la Ley de Cabotaje, Carrión comentó que “eso hace sentido desde hace tiempo. Pero lo que me gustaría es que los barcos no vuelvan vacíos”.