Por Elías Gutiérrez

Todos claman por “el plan”. El “plan” que sacará a Puerto Rico del pantano en que su economía se encuentra sumida por los pasados ocho años. El gobierno mira para otro lado y no responde.

¿Será que no hay plan? “Por sus hechos los conoceréis”, nos dice el refrán. Las actuaciones del gobierno van conformando un patrón que nos conduce a la conclusión empírica afirmativa. Si, parece que hay un plan. Bueno, o malo, pero evidentemente, lo hay.

El plan incluye los siguientes elementos estratégicos.

1) Aumentar los impuestos para generar $1,500 millones en recaudos.

2) Reconocer la inviabilidad de los planes de pensiones del gobierno y reestructurarlos.

2) Reconocer y financiar las deudas acumuladas por las corporaciones publicas y agencias del gobierno tomadas a préstamo contra el Banco Gubernamental de Fomento que lo han llevado a la insolvencia.

3) Aceptar, por fin, que el mercado no acepta que el gobierno opere con presupuestos operacionales deficitarios.

4) Subsanar el error cometido en el presupuesto vigente al aumentar los gastos y mantener un déficit de $800 millones.

5) Reconocer que los monopolios del Estado no son sostenibles y es necesario reducir su número y su huella.

6) Reconocer que la economía de Puerto Rico no es viable dado un coste de energía que ronda los 30 centavos por kilovatio-hora y finalmente actuar para cambiar esa realidad (el modo de actuación no está aun decidido).

7) Simplificar el sistema de impuestos y corregir los errores que hoy exprimen a los sectores productivos.

8) Reducir el empleo del sector público y lograr su reducción por vía de congelación de plazas.

9) Re capitalizar el Banco Gubernamental de Fomento que fue llevado al límite de su solvencia por prestamos otorgados a corporaciones y agencias públicas sin reserva y sin fuente de pago.

10) Comenzar a abonar al principal de la deuda del Estado.

El componente que luce aun ausente en el listado que enumero arriba es el que se refiere a la expansión de la economía. Claro, es necesario subrayar que la expansión saludable será la de la producción. En el pasado la expansión se producía por vía de la expansión del gasto de gobierno. Un gasto financiado recurrentemente por vía del déficit que, con el tiempo, se tornó estructural. La magnitud de esos excesos contribuyeron a la acumulación de una deuda que hoy rebasa el producto bruto de la economía.

¿Cómo se logra en el “plan” del gobierno que el sector productivo expanda su plataforma de producción y haga crecer la economía? Esto no ha sido explicado satisfactoriamente. He aquí el elemento más difícil y la clave del éxito. Es difícil por varias razones. Una de las más importantes es que conlleva poner en marcha acciones que no necesariamente son consistentes con la filosofía del partido de gobierno.

* El autor es economista y planificador