Por Luisa García Pelatti
En esta Isla sigue habiendo grandes diferencias de ingresos. Con la larga crisis económica, esa brecha económica se refleja en los grandes lujos. Como cuando vemos por las calles un Rolls Royce (una rareza, pero los hay) o la proliferación en nuestras carreteras de los Porsche Cayenne, un auto cuyo precio ronda los $100,000 y de los que se han vendido más de 100 en los que va del año.
La ostentación entre los hombres de negocios se refleja en sus autos, sus trajes o sus relojes. En las empresarias (todavía minoría) su alto nivel de ingresos se refleja igualmente en los autos, en la ropa y los accesorios. Hace unos días, en una actividad empresarial, se vio un Hermès Birkin.
Un Hermès Birkin es una cartera cuyo precio fluctúa entre los $7,000 y los $30,000. Fabricado en 1981 por el diseñador y fabricante de artículos de piel Hermès, lleva ese nombre en honor a la actriz y cantante franco-británica Jane Birkin, y a lo largo de los años se ha convertido en un símbolo de lujo supremo. La demanda supera a la oferta, por lo que los precios de reventa alcanzan precios superiores.
La actriz Cate Blanchett (en la foto) luce un Birkin en su última película, Blue Jasmine, dirigida por Woody Allen, en el que hace el papel de una mujer de la alta sociedad de Manhattan. Al parecer, la alta sociedad de San Juan no tiene nada que envidiarle a la de Manhattan.