Por Luisa García Pelatti
El Sancta Sactorum del periodismo económico, que no suele posar su mirada en esta pequeña isla del Caribe, ha publicado uno de los artículos más duros que se hayan visto. Y eso que últimamente se publican pocas cosas positivas, diga lo que diga el Gobierno. The Economist publica Greece in the Caribbean, un artículo letal, en el que prácticamente se desahucia a la economía puertorriqueña, de la que dice que es una economía crónicamente incompetitiva (me corrigen mi traducción original de economía con incompetencia crónica).
Y lo peor es que lo que dice es cierto, aunque nos duela. Pero el daño a la imagen de la Isla es muy grave. Pronostica que la crisis de deuda de Puerto Rico en vez de mejorar va a empeorar.
The Economist usa un tono imperialista –da la impresión que le habla a Washington y no a nosotros– e invita a Estados Unidos a reestructurar la deuda de Puerto Rico. “Los políticos de Washington tienen que ayudar”.
Considera poco probable que el Congreso de Estados Unidos ofrezca crédito para pagar a los bonistas, como hizo la Unión Europa con Grecia, pero creen que debería hacerlo. “Los políticos de Estados Unidos podrían y deberían asegurar una reestructuración de la deuda de Puerto Rico” y recomiendan usar el modelo de Grecia.
Como Grecia, dice que Puerto Rico está atrapado en un mercado de moneda única con un vecino más rico y más productivo. Y ahí no terminan las comparaciones. “La economía de la isla está dominada por un gran sector público casi ateniense, ineficiente. Y, como en Grecia, se teme que un ‘default’ caótico podría precipitar una crisis mucho más grande provocando la fuga de inversionistas, y aumentando los costos de financiamiento. La comparación Helénica también es útil: permite mostrar a Estados Unidos lo que no se debe hacer”.