Por Luisa García Pelatti
La estrategia del Banco Gubernamental de Fomento (BGF) de recortar su plan de financiamiento para lo que resta del año ha reducido la flexibilidad financiera del Gobierno, que se ve obligado a continuar sus préstamos con la banca privada. Moody’s emitió el miércoles un comentario (“Widening Spreads Increase Puerto Rico’s Refinancing Risks“) en el que opina que la respuesta del Gobierno a la pérdida de valor de los bonos, lejos de ayudar mejorar las oportunidades de tener acceso al mercado de bonos municipales, ha tenido el efecto de aumentar el riesgo de poder acceder a ese mercado para obtener financiamiento.
Ante el aumento del rendimiento de los bonos de Puerto Rico, que llegaron a situarse por encima de 10%, el BGF reaccionó limitando las emisiones futuras a una cantidad entre $500 millones y $1,200 millones. Previamente había previsto emisiones por un total de $2,600 millones.
Lisa Heller y Emily Raimes, analistas de Moody’s, explican los factores que contribuyeron a que se dispararan los intereses que el Gobierno paga por los bonos: el aumento de la especulación de que la Reserva Federal empezará a reducir sus compras de bonos provocó un aumento en las tasas de interés; los inversionistas abandonaron el mercado de bonos municipales en busca de mejores rendimientos; el éxodo se aceleró con eventos como la quiebra de Detroit; y la puntilla la pusieron varios artículos en prensa especializada, que alertaron a los que no suelen leer los periódicos locales sobre los problemas económicos y fiscales de Puerto Rico.
Conocer los riesgos de la deuda de Puerto Rico llevó a varios fondos a deshacerse de los bonos, al mismo tiempo que inversionistas con menos aversión al riesgo se sintieron atraídos por los altos rendimientos, lo que inyectó volatilidad a los bonos de la Isla. La agencias clasificadora de deuda opina que todos estos factores contribuyeron a que los bonos de Puerto Rico se vendieran a tasas de interés muy altas, a pesar de los esfuerzos del Gobierno para aumentar los ingresos fiscales. Las tasas llegaron a superar el 10%, lo que no es habitual en bonos municipales con clasificación de grado de inversión.
Las analistas destacan los recientes resultados del Indice de Actividad Económica (IAE) del BGF, que cayó 5% en el mes de julio, que comparan con una proyección de crecimiento de Producto Interno Bruto de 0.2% para el año fiscal 2014. Pero aquí Moody’s confunde términos. El IAE indica tendencia y no es equivalente a crecimiento económico, Por lo tanto no se puede hablar de que la economía cayó 5% en el mes de julio como sugiere Moody’s.