Por Luisa García Pelatti

Desde el miércoles está disponible de forma gratuita el nuevo sistema operativo para iPhone y iPad. Tras instalarlo en dos dispositivos (tiempo de descarga 30 minutos, sin problemas) la primera impresión es que las aplicaciones, los contenido y los contactos están en el mismo lugar, pero ha cambiado la apariencia. Es más nítida, más simple y más brillante.

El aspecto de los iconos también es nuevo. Por ejemplo en fotos, contactos, mapas, safari, correo, música, notas y ajustes. Las carpetas son más grandes y translúcidas.

Entre las novedades está el centro de control. Ya no hace falta ir a “Ajustes” para activar el modo avión, la wifi o el bluetooth ni la función “No molestar”. También permite activar o desactivar la música, abrir la cámara, subir o bajar el volumen y ajustar el brillo de la pantalla, entre otras funciones. Al centro de control se accede deslizando el dedo hacia arriba (no siempre es fácil, será cuestión de práctica) desde cualquier pantalla. Incluso en la de bloqueo. En el iPhone, además, activa la linterna (muy práctico) y bloquea la orientación del aparato.

Hay una nueva función, Air Drop, que permite compartir contenidos (fotos, vídeos y contactos) entre dispositivos con sistema operativo de Apple (iOS y Mac). Se envían por wifi o bluetooth.

Para cerrar las aplicaciones abiertas se hace doble clic como antes, pero ya no aparecen en la parte inferior sino en el centro. Para borrarlas, hay que arrastrarlas hacia la parte superior y desaparecerán.

Hay mucho más que con el uso diario descubrirá.