Por redacción de Sin Comillas
La Reserva Federal no se atreve a retirar todavía su programa de estímulo ante la posibilidad de la economía de Estados Unidos vuelva a recaer. El comité responsable de la política monetaria anunció este miércoles que no reducirá sus multimillonarias compras mensuales de bonos, en contra de lo que esperaban la mayoría de los inversores.
La Reserva Federal ve “una mejoría en la actividad económica y en las condiciones del mercado laboral” en el último año, pero “ha decidido esperar más pruebas de que el progreso es sostenido” antes de reducir sus compras de bonos. El comunicado tras su reunión de dos días indica preocupación por los recortes de gastos en el Gobierno y el ritmo de creación de empleo pese al aumento del consumo y de la inversión privada. “Las condiciones en el mercado laboral todavía están lejos de lo que todos querríamos ver”, dijo Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal.
Wall Street reaccionó con entusiasmo a la noticia. El índice S&P se disparó a su récord histórico tras el anuncio, por encima de los 1,700 puntos.
Bernanke explicó que la política de la Fed está “condicionada por los datos”, aunque si las condiciones lo permiten podría reducir las compras “posiblemente al final de este año”. “No hay ningún calendario fijo”, dijo el gobernador, pese a que el plan es retirar las compras de aquí a mediados del año que viene. En junio, dijo que era partidario de suspender las compras cuando el paro bajara al 7%. Este miércoles no quiso reafirmarse en este objetivo. “No hay ningún número mágico”, dijo Bernanke ahora que el desempleo está en el 7,3%.
La compra de bonos es uno de los pocos instrumentos que le quedan a la Reserva Federal para seguir ayudando a la economía ya que las tasas de interés ya no se pueden bajar más, cercanos a cero. Bernanke, se comprometió a no tocar las tasas al menos hasta que el desempleo bajara al 6.5%. La tasa está ahora en el 7.3%, según el dato de agosto.