Por Luisa García Pelatti
Un grupo de profesionales analizó los resultados del último informe del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), que coloca a Puerto Rico entre las 30 economías más competitivas. “El país de habla hispana más competitivo del mundo”. Toda una hipérbole. Puede que el indice no sea perfecto, pero por ahora es el mejor instrumento que existe para medir la competitividad.
Si Puerto Rico está mejor situado en el indice de competitividad es, en parte, porque se han hecho disponibles más y mejores estadísticas para compararnos con otros países, acepta Mario Marazzi, director ejecutivo del Instituto de Estadísticas, que comentó que los resultados no son “para que nadie celebre. Tenemos mucho camino que andar”.
Francisco Montalvo, presidente del Instituto de Competitividad Internacional de Puerto Rico, señaló que Puerto Rico lleva cuatro años mejorando y que los resultados de este año muestran que Puerto Rico sigue estancado en el mismo lugar. “Tenemos aspectos de un país del primer mundo y al mismo tiempo problemas de un país del tercer mundo”, comentó. Burocracia estatal ineficiente, leyes laborales destructivas, problemas de acceso a financiamiento, criminalidad y corrupción son aspectos en los que el informe coloca a Puerto Rico entre las peores 40 economías del mundo.
El indice de competitividad mejora, sobre todo por el sub-indice de innovación, pero los componentes sociales y educativos están muy retrasados, lo que muestra que vivimos en una sociedad muy desigual.
César Rey, del proyecto “Echar pa’lante” habló del reto social contra la criminalidad y dijo que “la gran tragedia es que no tenemos un consenso del país deseado”. El hecho de que hayan más puntos de drogas que escuelas es un peaje para la competitividad. Falta voluntad política para solucionar los problemas de la educación.
Para Jaime Morales, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Productos de Puerto Rico, “salimos bien aparentemente, pero los resultados reflejan contrastes muy profundos”.