Por Luisa García Pelatti
MADRID – La economía mundial seguirá recuperándose de la gran recesión que sufre y crecerá este año entre 3% y 4%, gracias a la ayuda de las economías emergentes. Para conseguirlo hay que afrontar, lo que Alejandra Kindelán, subdirectora general del servicio de Estudios y Política Pública de Santander, llama los cuatro retos. Kindelán fue una de los participantes en el XII Encuentro Santander – América Latina, que organiza el Grupo Santander y que reúne a periodistas de América Latina.
“China está en proceso de cambiar su modelo de crecimiento lo que podría dar lugar a una economía mundial más equilibrada. Latinoamérica deberá́ buscar palancas internas de crecimiento a través de un aumento de la productividad, la inversión y las reformas. La Eurozona deberá́ profundizar en la integración financiera y fiscal, finalizar el ajuste de los desequilibrios en la periferia y elevar el crecimiento. EE.UU. afronta el reto de la salida de las políticas monetarias ultraexpansivas preservando la estabilidad del sistema financiero global. Todos estos factores pueden generar inestabilidad a corto plazo, pero son claves para la sostenibilidad del crecimiento global a medio plazo”, aseguró Kindelán.
El primer reto es para China, que tiene que cambiar su modelo de crecimiento. Es el país más dinámico del mundo lo que produce un aumento en el precio de las materias primas, un exceso de ahorro y es demandante de bienes de capital y de consumo de calidad (Alemania).
Segúnb Kindelán, China ha crecido con un modelo basado en la inversión y las exportaciones y no es sostenible. Tiene que empezar a crecer menos por inversión y más por consumo para crecer de forma más equilibrada.
China va a pasar de crecer a un ritmo de 11% para crecer en torno al 7%. La economista advierte que a corto plazo esto puede suponer volatilidad.
En los países de Latinoamérica la crisis ha tenido menos impacto gracias a las buenas políticas del pasado. Kindelán explica que la región mantuvo políticas fiscales prudentes durante la expansión lo que le ha dado margen de maniobra en la crisis. “Los sistemas financieros han aguantado muy bien en una situación muy crítica”.
Latinoamérica se ha beneficiado de lo que Kindelán llama “vientos de cola”: un entorno favorables, con precios elevados de las materias primas producto del efecto demanda de China; liquidez y abundante mano de obra.
En el futuro, Latinoamérica seguirá creciendo, pero lo hará en un entorno menos favorable: menor crecimiento de los precios de las materias primas y la liquidez irá retirándose como resultado del cambio política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, lo que tendrá un impacto sobre las divisas.
“Tenemos que afrontar algunas reformas para que el crecimiento potencial de las economías mejore cuando ya no tengamos los vientos de cola. Se va a requerir mas inversión en infraestructura física y humana; aumentar la tsaa de ahorro, de ahí la importancia del sistema financiero”.
En la Zona Euro, los retos están relacionados con una unión que está incompleta, pero se están dando pasos para una mayor integración.
Kindelán dice que hay indicios de que la recesión está tocando fondo y que se producirá una recuperación gradual.
En Estados Unidos EE.UU. la estrategia para el crecimiento será ir las políticas monetarias ultraexpansivas. “La Reserva Federal actuará despacio, preanunciado y cuidando el efecto en expectativas”.
Se buscará evitar la excesiva subida de las tasas de interés. Pero Kindelán considera que es inevitable cierta subida de las taas de interés de largo, ya iniciada.
“Todos estos factores pueden generar inestabilidad a corto plazo, pero son claves para la sostenibilidad del crecimiento global a medio plazo”, concluyó.