Por Luisa García Pelatti
El déficit presupuestario del Gobierno se ha duplicado desde que, en diciembre del año pasado, Moody’s Investors Service (Moody’s) degradó la calificación de la deuda sólo un nivel por encima de lo que se considera “grado de no inversión” (bono basura) y le dio una perspectiva es negativa. A Juicio de Moody’s el desequilibrio estructural creciente pone de manifiesto que las dificultades fiscales de Puerto Rico no se han terminado.
“Desde entonces, el débil desempeño del Fondo General, en conjunto con una mayor previsión de gastos, ha abierto una brecha presupuestaria e incrementado el desequilibrio estructural desde $1,100 millones a casi $2,200 millones, o 22% del presupuesto revisado”, dijo Moody’s en un documento que sólo está disponible por suscripción.
Moody’s señala que “la nueva administración ha actuado con rapidez para aumentar los recaudos a partir del próximo año fiscal, aprobando el aumento y la ampliación del impuesto temporal a las compañías foráneas (Ley 154), y ahora está trabajando en otras propuestas para estabilizar las finanzas”.
La agencia degradó en diciembre la calificación de las obligaciones de Puerto Rico a “Baa3”, con una perspectiva negativa, apuntando a un débil sistema de retiro y a la falta de perspectivas de una mejoría de las finanzas gubernamentales y a una economía que lleva varios años en recesión y sin claras perspectivas de crecimiento.
Otra agencia, Standard & Poor’s, bajó la semana pasada la calificación de Puerto Rico justo por encima de la categoría especulativa (“chatarra”).