Por Luisa García Pelatti
La Administración de Luis Fortuño logró reducir el déficit presupuestario de $3,000 millones a $1,000 millones, pero no fue suficiente. Ahora, el gobernador Alejandro García Padilla está obligado a darle prioridad a la estabilización de las finanzas públicas y debería dejar los planes para estimular la economía para un poco más adelante, si quiere tener éxito. El panorama económico se antoja sombrío y la sociedad deberá llegar a acuerdos para hacer reformas que serán difíciles de encajar.
Los economistas no aconsejan tratar de resolver los dos problemas a la vez: reducir el déficit y lograr que la economía crezca. Los países que lo han intentado han fracasado, dijo el economista Juan Lara durante su reciente participación en el Foro de Construcción del Colegio e Contadores Públicos Autorizados.
“Muy probablemente lo que vamos atener que hacer es de nuevo darle prioridad a la estabilización fiscal. Plantearnos un programa en dos etapas: acabar de cerrar el déficit estructural y en la segunda etapa dedicarnos a estimular la economía. Yo no trataría de hacer las dos cosas a la vez. Fortuño lo intentó y no pudo”. Y eso que el gobierno de Fortuño contaba con los $6,000 millones de la Ley Federal de Recuperación Económica (ARRA, por sus siglas en inglés).
Pero dejar para más adelante el estímulo significa que la economía no va a crecer durante un tiempo y venimos de una recesión que ya dura siete años.
¿Qué podemos esperar?
En el mejor de los escenarios, dice Lara, la economía tendrá una recuperación gradual y frágil. El crecimiento todavía sería negativo en el actual año fiscal (-0.7%) y empezaría a crecer 0.8% en el año fiscal 2014, 1.1% en el 2015, 1.3% en el 2016 y 1.5% en el 2017. Se trata de una economía anémica.
“Pero hay otra posibilidad menos agradable: una recaída en la crisis con una nueva recesión”. Si Standard & Poor’s degradara la deuda de Puerto Rico, si el Gobierno tuviera dificultades para financiar el déficit, si el Gobierno tuviera que adoptar medidas de control de gastos de forma abrupta, éste es el escenario económico que nos esperaría.
Los indicadores económicos más recientes muestran que la economía en lugar de fortalecerse se ha vuelto a debilitar y que estamos en “resbalando hacia la recesión”.
“Esta economía es como un paciente crítico y ha llegado un momento en que no puede seguir como está: o mejora o empeora, pero seguir como está no es viable”. Y emporar es volver a caer en una recesión, lo que en inglés se conoce como un “double-dip”
¿Borrón y cuenta nueva?
Las elecciones y el cambio de Gobierno puede haber hecho pensar a algunos que las cosas han cambiado y que los problemas económicos a los que nos enfrentamos son nuevos. Pero son los mismos que antes del 6 de noviembre. El ajuste fiscal no se ha terminado.
El programa de ajuste fiscal empezó en la administración de Aníbal Acevedo Vilá, que cuando llegó, hace ocho años, se encontró con un déficit estructural de $1,300 millones, explicó Lara. Para reducirlo se recortan gastos y se aumentan impuestos y se crea el Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU).
Pero el déficit en lugar de reducirse, aumenta y supera los $3,000 millones. Cuando llega Luis Fortuño, con la presión brutal de las agencias clasificadoras, que amenazan con degradar a chatarra la deuda y el problema del Sistema de Retiro, asume la prioridad de reducir el déficit.
“El programa de austeridad de Luis Fortuño fue bastante severo y era predecible que iba a profundizar y alargar la recesión, porque no hay manera de implantar medidas de recorte de gasto que no tengan un efecto recesionario”, asegura Lara. Tampoco ayudaron la crisis financiera internacional y el alza del petróleo.
Pero tras cuatro años de austeridad, el déficit no se ha eliminado y todavía supera los $1,000 millones. Y volvemos a estar con el problema del Sistema de Retiro y “la pistola en la sien” de las agencias clasificadoras de crédito que amenazan con degradar los bonos a chatarra.
Aunque Fortuño no completó la tarea, “hay que darle crédito por haber reducido el déficit”.
La falta de crecimiento es el problema principal
Es urgente que la economía crezca. No lo hace desde el 2006 y esa falta de crecimiento “está carcomiendo la economía de Puerto Rico”. Lara opina que completar el ajuste fiscal y estimular la economía son dos objetivos muy difíciles de reconciliar.
“Esta economía ha estado por mas de un año en una situación de estabilización sin crecimiento. El riesgo es que la crisis recurra y que en lugar de mejorar empeore y que terminemos teniendo otra década perdida”, advierte el profesor de economía.