Por Luisa García Pelatti
El acervo de investigaciones académicas sobre temas financieros de actualidad, un proyecto financiado por la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF), en colaboración entre la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, ha querido investigar el comportamiento de los préstamos de la banca y su relación con las quiebras.
Los resultados del estudio, realizado por Marta Alvarez, muestran que a partir del año 2006, hay una disminución consistente en la aprobación de préstamos por parte de la banca comercial, tanto en los préstamos personales, comerciales e industriales, así como en los hipotecarios, junto a un aumento en la radicación de quiebras.
Los resultados muestran una fuerte correlación entre la caída de los préstamos y el aumento de las quiebras. También existe una fuerte correlación entre los préstamos y el Indice de Actividad Económica que elabora el Banco Gubernamental de Fomento, y con otros indicadores de empleo, como: empleo total, tasa de participación laboral y tasa de desempleo.
Por lo pronto, en 2012 se radicaron 10,357 quiebras, una reducción de 8% y la segunda caída consecutiva tras cuatro años de fuertes subidas. En el 2011, las quiebras disminuyeron 9.0% y se situaron en 11,263, más de 1,100 quiebras menos que en el 2010. Es la primera reducción de las quiebras en cinco años. Las quiebras alcanzaron su nivel más alto en el 2010, con 12,376, 9.6% más que en el 2009, la cifra más alta desde el 2005, cuando el presidente George W. Bush, firmó la nueva Ley de Quiebra.
Los resultados señalan que los préstamos se ven directamente afectados por la débil situación económica, y que si dependiera de las quiebras solamente, los créditos deberían haber empezado a aumentar desde el 2011. Pero hay otros factores. No será hasta que la economía empiece a crecer y los indicadores de empleo mejoren que podremos observar un repunte en los préstamos que otorga la banca.