El 2010 no fue un buen año para la banca. Estuvo marcado por la desaparición de tres instituciones, un evento sin precedentes en la historia del sistema bancario local, que ha producido un cambio radical en el paisaje bancario. El sistema no sólo ha encogido en términos de número -quedan siete bancos- sino que se trata de un sistema más reducido en volumen, con una caída de 15% en los activos en un año. Pero el 2010o, también ha sido testigo de otros eventos, como la decisión de Banco Santander de dejar de cotizar en la bolsa; la abrupta, y todavía enigmática, salida de David Chafey de Popular; los esfuerzos de First Bancorp para levantar capital y los inexplicables despidos de Doral.


El 2011 se iniciará con un nuevo banco, BBU Bank, la primera expansión de un banco de Estados Unidos a Puerto Rico en más de una década. Este advenedizo llega a un mercado cuyas ganancias seguirán en números rojos y cuya tarea pendiente y urgente seguirá siendo reducir la morosidad de las carteras de préstamos de construcción y vender el ingente inventario de viviendas. Y en medio de todos estos problemas, precisamente debido a ellos, han vuelto a aparecer los rumores que hablan de un nuevo proceso de consolidación para mediados del próximo año. Pero habrá que ver si volveremos a ver en la Isla al personal del Federal Deposit Insurance (FDIC) o se trata, como apunta algún analista, de una consolidación a la antigua: un banco comprando a otro banco.

Los datos más recientes muestran que las cosas han empeorado para los bancos en el tercer trimestre. Siguen perdiendo dinero y ya van cinco trimestres así. Los bancos tuvieron una pérdida neta de $355 millones, un resultado que multiplica por cuatro los $82 millones de pérdidas del tercer trimestre de 2009. Los resultados de septiembre de 2010 son los peores para el sector después de los $872 millones en pérdidas del cuarto trimestre de 2009.

La morosidad volvió a aumentar en el tercer trimestre y se situó en 13.41%, después de una ligera caída en el segundo trimestre (12.78%). Pero a pesar del repunte, la morosidad no llegó a alcanzar el nivel récord de 13.82% del primer trimestre.

El valor de los préstamos en problemas supera los $7,000 millones, una cifra que se había reducido en el segundo trimestre hasta $6,717 millones, pero que ha vuelto a aumentar, aunque se mantiene por debajo de los $8,330 millones del primer trimestre del 2010. La ventaja es que de los $7,000 millones, unos $2,300 millones están total o parcialmente garantizados por el gobierno federal, como parte de los acuerdos de Popular, Inc. (NASDAQ:BPOP), Oriental Financial Group (NYSE:OFG) y Scotiabank con las autoridades reguladoras. Hace un año la cantidad de los préstamos morosos garantizados por el gobierno federal a penas alcanzaba los $400 millones.

La tasa de morosidad en las carteras de préstamos de construcción y desarrollo, la raíz del problema, ya va por 59.52%. Hace un año estaba en 42.58%.

Los activos de los bancos disminuyeron de $101,000 millones en el primer trimestre de 2008 a los $81,258 millones del tercer trimestre de este año. Se trata de un retroceso de 4.7% en tres meses y de 14.9% en un año. Los bancos pierden capital, pero también empleados de 16,000 empleados hace un año se ha pasado a 14,700 en septiembre de este año. Los depósitos han caído 14.3%, hasta $51,372 millones y los préstamos bajan 13.4%.
El destino de la banca va unido al de la economía. Los bancos necesitan que la economía se recupere para mejorar su desempeño y los expertos advierten que no habrá recuperación económica sin un sistema financiero fuerte.

“En general, seguimos viendo estabilización en la economía puertorriqueña. Esto todavía no es una recuperación, ya que todavía hay algunos obstáculos (construcción, presiones en el mercado laboral, falta de confianza)”, señaló Bain Slack, analista de Keefe, Bruyette & Woods, en un informe en el que analiza varios indicadores económicos y su efecto en el sistema bancario.

Los signos de estabilización que muestra la economía son buenas noticias para los bancos, explica Slack. No obstante, cree que todavía hay obstáculos en el corto plazo, que los indicadores apuntan a un crecimiento futuro lento y que se necesita inyectar capital nuevo.

Si se estabiliza la contracción de la economía, los activos tóxicos de la banca podría alcanzar su nivel más alto, y desde ahí el resto del camino será cuesta abajo lo que significaría menos pérdidas para los bancos.
El capital ya no es una preocupación para los bancos que han sobrevivido a la consolidación y una economía estable y mejorando podría impulsar otra consolidación, esta vez de forma tradicional, sin intervención de las autoridades reguladoras.

Popular y Oriental Financial son los mejores de la clase. Y Santander parece haber hecho un buen trabajo “apretándose el cinturón” y manejando los problemas de crédito, asegura Slack.

A finales de julio, Santander compró las acciones que no poseía de Santander BanCorp (NYSE:SBP), la corporación tenedora de acciones de Banco Santander Puerto Rico, en una transacción valorada en $56 millones. Santander, que ya poseía 90.6% de las acciones de SBP, se convirtió en dueña al 100% de SBP. Las acciones dejaron de cotizar en la Bolsa de Nueva York y en Latibex y el banco ya no está obligado a enviar de forma periódica información a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).

Slack cree que Santander podría optar por mantener en Puerto Rico una presencia pequeña pero rentable y eso “tendría sentido”.

La principal incertidumbre está en FirstBank, que en junio alcanzó un acuerdo (“Consent Order”) con el FDIC y la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF). El acuerdo obligaba al banco a levantar capital adicional e impedía el pago de dividendos y asumir deuda sin la aprobación de los reguladores.

La entidad tiene planes de levantar $500 millones con la venta de acciones, una transacción que se esperaba para finales del 2010 y todavía no se ha producido.

A finales del 2010, Fitch Ratings colocó el “Issuer Default Ratings” (IDR) a largo plazo de First BanCorp (NYSE:FBP) de la alerta negativa en la que estaba y la ha degradado a “CC”. La clasificación individual ha caído a “E”. La clasificación también afecta a su principal subsidiaria, FirstBank Puerto Rico. La degradación refleja el punto de vista de Fitch de que el plan de capital del banco es necesario debido a su debilitada condición financiera, que muestra un mayor riesgo de crédito en comparación con su desempeño en el pasado. El plan de capital, opina Fitch, es indicativo de que FirstBank necesita “apoyo externo para mantenerse viable” y la clasificación de “E” es compatible con la de un banco con “problemas muy serios”. No obstante, Fitch reconoce que si First BanCorp completa exitosamente su plan de capitalización sería positivo para el banco.

Slack opina que la acción de First BanCorp continuará bajo presión hasta que se ofrezca más información sobre cuál va a ser el impacto de la emisión en el estado de situación de la compañía y para los accionistas. Slack estima que el banco tendrá una de ganancias por acción de -$4.68 para el 2010, y de -$1.09 los del 2011.

Poco se sabe de BBVA y Scotiabank, que no divulgan resultados trimestrales, y que los analistas no investigan porque no cotizan en bolsa. Tampoco hay mucha información sobre Doral Financial (NYSE:DRL), salvo que ha estado inmerso en una serie de rumores sobre despidos en personal ejecutivo clave. Doral anunció a finales del mes de octubre que Lesbia Blanco, vicepresidenta ejecutiva y oficial de administración ya no trabaja en la entidad. Desde el banco no se han dado detalles de las razones de su salida, ni de la de Karla Gual, a cargo del departamento de mercadeo.

La lista de bancos en problemas del FDIC aumentó de 829 a 860 en el tercer trimestre. Es la cifra más alta desde 1993. No sabemos si hay algún banco de Puerto Rico es esta lista, porque el FDIC no divulga los nombres de los bancos. Entre julio y septiembre, 41 bancos cerraron, elevando a 127 el total de bancos intervenidos por los reguladores. No corren buenos tiempos para la banca.