El Índice de Fragilidad Financiera del Consumidor muestra “un deterioro preocupante”
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Por Redacción de Sin Comillas
“Enfrentamos un futuro incierto y el 2025 se perfila como un año de retos importantes para la economía. Las nuevas fuerzas inflacionarias, políticas fiscales restrictivas, y un consumidor y sector empresarial financieramente vulnerable, son algunos de los elementos que ponen en riesgo el crecimiento económico a corto plazo”, señala el economista Leislie Adames, director de Análisis y Política Económica de Estudios Técnicos, Inc.
En una nota titulada “Incertidumbre económica: pinceladas a algunos riesgos que no podemos ignorar“, el economista estima que los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump a los socios comerciales de Estados Unidos podrían añadir un punto porcentual a la inflación de la Isla, lo que significaría pasar de una inflación anual de 2% a 3%.
Además, se podría ver afectada la llegada de fondos federales. Adames estima que la nueva Oficina de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigida por Elon Musk, podría poner el peligro hasta el 56% de los fondos federales. En el año fiscal 2023, Puerto Rico recibió $42,774 millones en fondos federales.
Aumento de la inflación y reducción de la actividad económica
La inflación está estable en Puerto Rico y en Estados Unidos, aunque se ha observado una aceleración de los precios en algunos bienes y servicios. Los aranceles que ha impuesto Trump se dejarán sentir en la Isla con una subida de los precios que impulsarán la inflación con una subida de, al menos, un punto porcentual, dice el economista.
“Si la Reserva Federal decide aumentar las tasas de interés a corto plazo para contener la inflación, el costo de financiamiento se encarecerá y la liquidez de los hogares disminuirá aún más”.
Habría menos dinero disponible, aumentaría el endeudamiento y el gasto del consumidor se reducirá, frenando la actividad económica.
Y todo esto llegaría en un momento en que los consumidores afrontan problemas. El Índice de Fragilidad Financiera del Consumidor, elaborado trimestralmente por Estudios Técnicos, muestra “un deterioro preocupante”. El índice subió de 43% en el primer trimestre del 2024 a 49% en el cuarto trimestre, como resultado del aumento en la delincuencia de tarjetas de crédito y en las quiebras personales.
“Es evidente que los consumidores enfrentan dificultades para cumplir con sus compromisos financieros, lo que afectará directamente el consumo y la actividad comercial”, apunta Adames.
Además, las entidades financieras podrían adoptar políticas de crédito más restrictivas, reforzando esta tendencia negativa.
En el caso de las empresas, el incremento en los costos de importación les obligará a replantear sus estrategias, ya sea negociando mejores precios en el origen, aumentando los precios al consumidor o reduciendo márgenes de ganancia. “Cualquiera de estas opciones impactará la liquidez y rentabilidad de los negocios, sobre todo aquellos con menor solidez financiera”, advierte.
Ante este panorama, Adames recomienda preparación. “Empresas y ciudadanos deben ajustar sus estrategias, reforzar su solidez financiera y anticiparse a posibles cambios. La incertidumbre es real, y la diferencia entre el éxito y el fracaso radicará en la capacidad de adaptar medidas que reduzcan el riesgo de esa incertidumbre”.