Por Luisa García Pelatti
Las posibilidades de implantar un impuesto mínimo global (IMG) en Puerto Rico se desvanecen tras la retirada de Estados Unidos del acuerdo fiscal global de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Desde el gobierno temen las represalias de Donald Trump si se aprueba legislación al respecto. Por su parte, las empresas no quieren pagar más, quieren que los cambios, si se producen, sean neutrales.
Sin embargo, los expertos insisten en que si no se hace nada los recaudos que podrían utilizarse para invertir en infraestructuras en Puerto Rico serían reclamados por otros países.
“Tenemos que ser muy cautos. Cualquier cosa que vaya a hacer el Gobierno de Puerto Rico hay que consultarlo con Estados Unidos”, señaló Denisse Flores Caldera, pasada presidenta del Colegio Contadores Públicos Autorizados (CPA), durante un panel sobre el IMG celebrado en la Universidad del Sagrado Corazón la semana pasada. “Irnos solos, sin que ellos estén al tanto no es la mejor estrategia”.
Uno de los asistentes a la conferencia, Juan Zaragoza, ex secretario de Hacienda desde 1989 a 1993 y candidato a la gobernación en las elecciones de 2024, opina que habría que convencer al Departamento del Tesoro de Estados Unidos y “crear una legislación que no ofenda a Estados Unidos”.
“Hay una realidad. La mitad de nuestro presupuesto viene de fondos federales” y los fondos puedan desaparecer “si Trump se ofende”. Reconoce que no es ofensivo legislar para mantenernos competitivos. A pesar de todo, Zaragoza es optimista y cree que se puede lograr aprobar legislación.
Por su parte, Eileen Segarra Alméstica, catedrática de economía de la UPR, Recinto de Río Piedras, defiende la necesidad de legislar para evitar que terceros países pueda reclamar los ingresos que las empresas generan en Puerto Rico.
Ignorar los cambios en el IMG significaría una pérdida de recaudos y una incapacidad de atraer nuevas empresas, explica Segarra Alméstica. A mediano plazo, podría implicar un éxodo de empresas. A largo plazo implicaría una contracción de la economía. Es necesario prepararse y actuar.
Flores Caldera está de acuerdo en que para mantenerse competitivos Puerto Rico debe aprobar “algún tipo de legislación. Pero si no actuamos la industria va a sufrir”.