Panorámica de la sala plenaria de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP29, en Bakú (Azerbaiyán). Foto UNFCCC/Kiara Worth

Por Redacción de Sin Comillas

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP29 concluyó este domingo en Bakú con el compromiso de los países desarrollados de invertir al menos $300,000 millones al año a partir de 2035 en la lucha mundial contra el cambio climático.

La cantidad es el triple de su compromiso actual, pero a los países en desarrollo, que habían solicitado más de un billón de dólares de ayuda, el acuerdo les pareció un “insulto” y afirmaron que no proporciona el apoyo fundamental que necesitan para afrontar con eficacia la crisis.

En la conferencia también se acordaron las normas para crear un mercado mundial del carbono respaldado por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Este mercado facilitará el comercio de créditos de carbono, incentivando a los países para que reduzcan sus emisiones e inviertan en proyectos respetuosos con el clima.

El Secretario General señaló que esperaba un resultado más ambicioso, tanto en materia de financiación como de mitigación, para hacer frente “al gran reto al que nos enfrentamos”. “Este año ha sido brutal; un año abrasado por temperaturas récord y marcado por el desastre climático, todo ello mientras las emisiones siguen aumentando”, dijo António Guterres.

“Un acuerdo en la COP29 era absolutamente esencial para mantener vivo el límite de 1,5 grados. Y los países han cumplido”, consideró Guterres. Según el titular de la ONU, el acuerdo alcanzado proporciona una “base sobre la que construir”.

Para muchas naciones vulnerables, representa un rayo de esperanza, pero sólo si los compromisos se traducen en acciones rápidas. “Los compromisos deben convertirse rápidamente en dinero en efectivo”, subrayó el Secretario General, instando a todos los países a trabajar juntos para alcanzar el límite superior del nuevo objetivo financiero.

A pesar de los avances, su discurso de clausura sirvió tanto de llamada a la acción como de advertencia: “Hago un llamamiento a los gobiernos para que vean este acuerdo como una base, y construyan sobre ella”.

Guterres reiteró que los países deben presentar nuevos planes nacionales de acción climática mucho antes de la COP30, tal y como prometieron. “Los países del G20, los mayores emisores, deben tomar la iniciativa”, dijo a este respecto.