Por Redacción de Sin Comillas
Una veintena de exlíderes mundiales han solicitado por carta a Joe Biden, presidente de Estados Unidos, y al G-20 aprobar un impuesto global a las más de 3,o0o personas más ricas del mundo, con el objetivo de recaudar hasta $250,000 millones.
Entre los firmantes de la carta hay ex primeros ministros de España, Francia, Suecia, Países Bajos, Austria, Chile, Canadá, Grecia y Australia.
La carta destaca que las grandes fortunas de todo el mundo “pagan una tasa impositiva más baja que los maestros y los limpiadores”. A nivel global, argumentan, los multimillonarios abonan el equivalente a menos del 0.5% de su riqueza, lo que provoca que los fondos que “que podrían haber sido invertidos productivamente en educación, salud o infraestructuras” hayan sido “acumulados improductivamente por los ultrarricos”.
El resultado de esta espiral es “la extrema desigualdad”, un fenómeno que lleva a que “demasiadas personas sientan que el contrato social está roto y que sus democracias los han dejado atrás”. Por todo ello, la propuesta fiscal es “estratégica y necesaria”.
“La acción nacional es indispensable. Necesitamos gravar los ingresos de los multimillonarios en cada país”, explican. Sin embargo, añaden, “la acción nacional por sí misma puede llegar solo hasta cierto punto” debido a que el capital global no respeta las fronteras nacionales y la evasión y elusión fiscal de los ultrarricos “tienen éxito cuando los gobiernos no trabajan juntos”. Por eso, “necesitamos cooperación global”, como ya se ha hecho con el mínimo en el impuesto de sociedades.