Por redacción de Sin Comillas
La Asociación de Laboratorios Clínicos (ALC) exigió la intervención de la Administración de Seguros de Salud (ASES), la Oficina del Comisionado de Seguros y la Legislatura ante lo que consideran la imposición por parte de los planes médicos de nuevos contratos “excesivos y no negociables”.
“Los nuevos contratos aplican a todos los proveedores, incluyendo médicos, radiólogos, centros radiológicos y otras facilidades de salud. Es un contrato único, estandarizado con imposiciones no aplicables a todo tipo de proveedor; además es un contrato extenso y voluminoso, sumamente técnico y confuso. Esta imposición de un nuevo contrato so pena de quedarte fuera de la red de proveedores es un acto de coerción e intimidación”, denunció la presidenta de la Asociación de Laboratorios Clínicos de Puerto Rico, Debra Velázquez.
“El proveedor que no acceda a firmar estos contratos se queda sin acceso al 85% de la población y tendrá que cerrar su práctica. Es responsabilidad del gobierno estatal y federal proteger a los proveedores y a los pacientes de estas prácticas abusivas, y de hacer cumplir la política pública de garantizar el acceso a servicios de salud de calidad y mantener un buen sistema de salud”, añadió.
Velázquez explicó que los contratos tienen defectos como: ser genéricos y en su mayor parte no aplicables a laboratorios clínicos; no fue negociado entre las partes como lo requiere el Código de Seguros y Código Civil; es uno impuesto bajo presión, coerción e intimidación al amenazar que el proveedor que no firme se queda fuera de la red; los contratos no contienen el listado de pruebas cubiertas ni las tarifas a pagar, políticas de pago, ni políticas de necesidad médica.
“Esto deja desprovistos a los pacientes y a los laboratorios en cuanto a qué pruebas están cubiertas, cuando están cubiertas y cuántas de las tarifas impuestas cubren su costo de las pruebas. Al día de hoy hay cientos de pruebas cuyos costos son más altos que las tarifas que pagan las aseguradoras por lo que esas pruebas no están accesibles a los pacientes. Peor aún, el contrato permite a las aseguradoras enmendar todos estos documentos en cualquier momento, según su necesidad, de forma unilateral y sin la participación del proveedor”, explicó Velázquez.
Además, los contratos incumplen con otras leyes como la Ley de Pago Puntual, HIPAA Administrative Simplification, nueva ley de Credencialización Única, entre otras. El contrato, además hace referencias a otras leyes federales y estatales que no impactan al laboratorio ni sus servicios directamente. También, los contratos imponen requerimientos incluidos en los contratos entre las aseguradoras y el gobierno, “ningún proveedor tiene idea de lo que ellos negociaron”.
“Por ejemplo, uno de estos contratos es tan excesivo que establece que no son responsables ni por la certificación de elegibilidad, ni el pago por los servicios; y pueden recobrar pagos realizados que ellos entiendan no corresponden porque sus auditorías reflejan 10 años más tarde que sus suscriptores no eran elegibles para esos servicios. En otras palabras, al momento de la visita del paciente, el plan médico le certifica al laboratorio que el paciente es elegible para los servicios que está solicitando, que los mismos están cubiertos, y 10 años más tarde, la aseguradora alegadamente descubre que el paciente no estaba activo como suscriptor, y que el plan médico tiene el derecho a recobrar los pagos”, destacó la presidenta de la ALC.