Por Redacción de Sin Comillas

El Fideicomiso de Tierras Comunitarias para la Agricultura Sostenible (FiTiCAS), el primero de su tipo en Puerto Rico, divulgó los hallazgos de una investigación sobre los retos que enfrentan los pequeños y medianos agricultores en el acceso a tierras cultivables.

La investigación, titulada “Acceso a tierras agrícolas: política pública actual y experiencias”, destaca el alto nivel de discreción en los procesos de arrendamiento, financiamiento y venta de terrenos de parte de las distintas agencias e instituciones encargadas, tanto públicas como privadas, como uno de los principales desafíos que enfrentan los agricultores a pequeña escala para acceder a las tierras agrícolas y garantizar la permanencia de sus proyectos en las tierras que cultivan. Este nivel de discreción podría aplicarse en favor del desarrollo de la agricultura sostenible en términos ecológicos y económicos. Sin embargo, se convierte en una barrera.

El informe destaca la dificultad de los agricultores sin capital para acceder a tierras públicas cultivables, particularmente debido a la preferencia por la agricultura industrial a gran escala y el monocultivo por parte de las agencias gubernamentales. La situación se complica aún más para los proyectos agroecológicos, que proponen métodos alternativos de agricultura sostenible a escalas más pequeñas, aún cuando sus prácticas están avaladas internacionalmente para alcanzar la sostenibilidad alimentaria y mitigar el cambio climático. Esta realidad se ve reflejada, por ejemplo, en el tamaño y las condiciones de las fincas públicas disponibles.

“La razón de ser de la mayoría de las instituciones estudiadas es apoyar el desarrollo de la agricultura y garantizar el mejor uso de los terrenos disponibles. Esta investigación revela que las instituciones pueden hacer muchísimo más, hoy. Hacemos un llamado urgente a los servidores públicos y a las instituciones que financian la agricultura local a apoyar a quienes están comprometidos a crecer la soberanía alimentaria de Puerto Rico, incluyendo a quienes lo hacen cuidando la naturaleza de la que somos parte”, expresó Mariolga Reyes Cruz, directora ejecutiva del FiTiCAS, quien presentó dichos hallazgos ayer durante un cine-foro organizado por el FiTiCAS en el Edificio de Medicina Tropical del Distrito Capitolino, para presentar el documental “Serán las dueñas de la tierra”.

Las fincas disponibles bajo la Autoridad de Tierras tienen un tamaño que varía entre 50 y 500 cuerdas, mientras que los agricultores agroecológicos, por ejemplo, trabajan con alrededor de 5 a 10 cuerdas según datos del Instituto para la Investigación y Acción en Agroecología. A su vez, estas tierras públicas no cuentan con las condiciones e infraestructura básica necesaria para el desarrollo agrícola.

Los agricultores entrevistados señalaron que quienes pueden acceder a fincas de dicha agencia son agricultores “más grandes” con la capacidad económica y operacional para arrendar, invertir en infraestructura básica y poner a producir un gran número de cuerdas. Mientras, actualmente, el 76% de las fincas en Puerto Rico generan menos de $10,000 anualmente, según el Censo Agrícola del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.

Entre las soluciones sugeridas para atajar la situación, el informe señala una reforma agraria integral que actualice las leyes y políticas relacionadas con la distribución de tierras adaptándose a la realidad actual de los agricultores y considerando los desafíos que presenta la especulación para garantizar un acceso equitativo a las tierras. Asimismo, insta a integrar la agricultura como una prioridad en la agenda de Puerto Rico, estableciendo políticas que promuevan la sostenibilidad agrícola y mayor inversión pública a favor de la agricultura a pequeña escala, incluyendo  la infraestructura necesaria para facilitar la producción agrícola en tierras públicas en desuso.

Además, se plantea hacer valer el Plan de Uso de Terrenos, los Planes de Ordenamiento Territorial y las Reservas Agrícolas limitando la discreción de las estructuras gubernamentales de otorgación de permisos en cuanto a los cambios de uso de los terrenos agrícolas.

Durante el periodo entre 1940 y el 2018, se ha visto una reducción del 85% del total de fincas agrícolas y del 74% del terreno destinado a la agricultura. En la actualidad, el sector agrícola aporta menos del 2% del Producto Nacional Bruto, en comparación al 36% que aportaba en la década de 1950. Este proceso de abandono del campo aumenta nuestra vulnerabilidad en relación a la alta dependencia de las importaciones de alimentos, que actualmente ronda entre el 85% y 90% de los alimentos disponibles.

Fundado a fines del 2019, el Fideicomiso de Tierras Comunitarias para la Agricultura Sostenible es una entidad privada sin fines de lucro con fines públicos cuyo propósito es impulsar la seguridad y soberanía alimentaria de Puerto Rico protegiendo las tierras cultivables a perpetuidad como bienes comunes para garantizar el acceso justo y equitativo a la tierra a generaciones de agricultores ecológicos. El Fideicomiso trabaja con agricultores sin tierras propias y sin capital para asegurar su tenencia a largo plazo en tierras protegidas a perpetuidad.