Serie “Caribeños en riesgo por la invasión del sargazo”, proyecto de The BVI Beacon, The Virgin Islands Daily News, América Futura – El País América, Television Jamaica y RCI Guadeloupe en colaboración con el Centro de Periodismo Investigativo, 6 de 7

Las aves se alimentan de pequeños peces atrapados en una alfombra de algas a lo largo de la costa de Portmore Causeway en St. Catherine, al sureste de Jamaica. Foto por Kirk Wright | Television Jamaica

Por María Mónica Monsalve (América Futura, El País América), Krista Campbell (Televisión Jamaica) con el Centro de Periodismo Investigativo

Durante más de 20 años, la bióloga mexicana María del Carmen García Rivas ha dirigido una cruzada para proteger los corales que recubren la Península de Yucatán en el Mar Caribe.

Como directora del Parque Nacional de Arrecifes de Puerto Morelos en México, ha abogado por reformas para reducir las escorrentías o desbordamientos de agua y la contaminación proveniente del desarrollo costero.

Ha encabezado los esfuerzos para controlar al pez león, una especie exótica invasora que ha puesto en riesgo a las cerca de 670 especies de fauna marina que habitan el parque. Y desde 2018 ha organizado brigadas para restaurar los arrecifes dañados por enfermedades de los corales que destruyen los tejidos y que se conocen como síndromes blancos. Ahora, otra amenaza la mantiene despierta por la noche: las enormes proliferaciones de algas sargazo que llegan a la costa del parque.

“Cuando el sargazo, una macroalga que suele flotar, llega a las costas, comienza a descomponerse generando un ambiente sin oxígeno que mata diferentes organismos”, dijo. “Afecta principalmente a especies que no pueden moverse o se mueven muy poco, como algunas estrellas de mar, erizos de mar, los propios pastos marinos y, por supuesto, los corales”.

Personas recogen exceso de sargazo de la costa mexicana en la Península Maya. Foto por Gladys Serrano | El País

A lo largo de la costa de Quintana Roo, el estado mexicano donde se encuentra el Parque Nacional de Arrecifes de Puerto Morelos, el gobierno local recogió 70 toneladas de sargazo solo durante 2023, dijo Huguette Hernández Gómez, Secretaria de Ecología y Medio Ambiente del estado. Al sumarlo a lo recolectado durante los últimos cuatro años, la cifra alcanza las 200 toneladas.

Problema regional

Esta misma historia se vive en todo el Caribe. Aunque cantidades modestas de sargazo benefician la vida marina en la región, las afluencias masivas que llegan desde 2011 han alterado el equilibrio ecológico en algunas áreas en maneras que podrían ser irreversibles.

Las algas han exacerbado el estrés que ya existe en los arrecifes de coral de la región, que el año pasado enfrentaron un evento de blanqueamiento masivo relacionado también con el calentamiento de las aguas asociado al cambio climático. La exposición a temperaturas extremas durante períodos prolongados afecta la relación entre los corales y las algas que viven en su interior. Los corales quedan pálidos o blancos, y la falta de alimento de las algas puede llevarlos a morir, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, en inglés).

Las esteras de sargazo también bloquean los sitios de anidaje de las tortugas marinas y han saturado los manglares, que sirven como viveros cruciales para incontables especies acuáticas.

Las aves se alimentan de peces pequeños atrapados entre algas a lo largo de la costa sureste de Portmore Causeway en St. Catherine, Jamaica, el 2 de mayo de 2023. Foto por Kirk Wright | Television Jamaica

En algunas zonas, las playas han sido erosionadas por las algas y por la maquinaria pesada utilizada para eliminarlas. Muchos pescadores se quejan de que la pesca diaria ha disminuido drásticamente.

Pero debido a la magnitud del relativamente reciente problema, el cual está afectando las costas desde África occidental hasta América, todavía no se comprende bien el verdadero alcance del daño ambiental que puede provocar, según el Dr. Brian LaPointe, biólogo y experto en sargazo de la Florida Atlantic University.

“No hemos llegado muy lejos en la investigación para comprender las causas o cómo abordarlas, ni manejar y mitigar los impactos en el medio ambiente”, dijo LaPointe.

Segunda barrera de coral más grande

Los efectos que García Rivas ha visto en México ilustran las implicaciones para toda la región. El parque que ella supervisa es parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano, el cual se extiende a lo largo de más de 600 millas de costa en México, Belice, Guatemala y Honduras.

Siendo la segunda barrera de coral más larga del mundo (solo la Gran Barrera de Coral de Australia es más larga, con aproximadamente 1,400 millas), la Barrera Arrecifal Mesoamericana alberga unas 500 especies de peces y 60 especies de corales pétreos, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, en inglés). También apoya el sustento económico de entre uno y dos millones de personas en la región, afirma WWF.

El sargazo invade la playa de la costa mexicana de la Península Maya. Foto por Gladys Serrano | El País

El sargazo flotante puede ofrecer un hábitat saludable, pero cuando llega a la costa en cantidades masivas, a menudo asfixia a ciertos organismos, coincidió James Foley, Director de Océanos de The Nature Conservancy.

“En zonas costeras como Belice, el problema se agrava aún más por el hecho de que el sargazo también atrae mucha basura marina: basura local que discurre de los ríos que llegan al Caribe desde Centroamérica. Así que termina siendo un ambiente bastante tóxico”, agregó.

Según Foley, el sargazo también crea una barrera que bloquea la luz y evita que los organismos que se encuentran debajo realicen la fotosíntesis.

Un estudio de 2021 publicado en la revista científica Climate Change Ecology, el cual analizó la situación en tres bahías de Quintana Roo encontró que debajo de las esteras de sargazo la filtración de luz disminuye hasta un 73% y la temperatura del agua podía llegar a ser hasta 5 grados Celcius más cálida.

Enfermedades bacterianas

Además, dijo García Rivas, las bacterias transportadas por el sargazo también pueden estar afectando a los corales.

“Algunas de las enfermedades que sufren los corales podrían estar relacionadas con todas las bacterias que trae el sargazo o que surgen durante su descomposición”, afirmó. “Aunque se convierta en un ambiente sin oxígeno, hay bacterias que pueden sobrevivir, afectando no sólo a los corales sino generando la mortalidad de los peces”.

Tales efectos exacerban las amenazas existentes en el arrecife, dijo García Rivas, y señaló que el peor daño histórico proviene del desarrollo costero y el inadecuado manejo de las aguas residuales y otros desechos.

El sargazo ha llegado masivamente a la marina de Palmas del Mar en el municipio de Humacao en Puerto Rico. Foto por Xavier García | Centro de Periodismo Investigativo

 

 

“En general, el agua de mar contaminada no permite que los corales vivan adecuadamente”, afirmó. “Los debilita. Y cuando presentan enfermedades o están estresados por el calor, es más fácil que mueran”.

Un escenario similar se vive en Jamaica, según el Dr. Camilo Trench, biólogo marino de la Universidad de las Indias Occidentales (UWI) en ese país.

“El problema es que las algas crecen rápido y los corales crecen lentamente”, dijo Trench. “Entonces, si el sargazo está en el área con otras macroalgas, puede crecer demasiado rápidamente en el área del arrecife de coral. Así que ahora, no sólo reducirá el espacio que los corales tendrán para crecer, también reducirá el área de asentamiento del vivero de corales”.

El sargazo también asfixia a otras especies

El coral podría ser uno de los animales más visiblemente afectados por el sargazo, pero no es el único. Un estudio publicado en el Marine Pollution Bulletin analizó una afluencia masiva de sargazo que inundó las costas del Caribe mexicano en 2018, descomponiéndose y enturbiando el agua. Como resultado, los investigadores encontraron que murieron organismos de 78 especies de vida silvestre. Los más afectados fueron los peces demersales y neríticos que viven en el fondo del mar, y los crustáceos.

Otros científicos han expresado su preocupación por los efectos del sargazo en los nidos de tortugas. En 2017, Briggite Gavio, profesora de biología marina en la Universidad Nacional de Colombia, visitó Cayo Serranilla, una pequeña isla de 600 por 400 metros en el extremo norte del Caribe colombiano. La isla sólo está habitada por personal militar y es un lugar perfecto para el anidaje de las tortugas marinas.

Cuando Gavio estuvo allí como parte de una expedición científica, el sargazo había formado una estera de hasta 40 centímetros de altura en las playas. “Pudimos observar que algunas crías de tortugas tenían problemas para atravesar la barrera que representaba la estera de sargazo y eran vulnerables a la depredación de cangrejos fantasma, ratas y otros depredadores”, escribió en 2018 sobre sus observaciones.

Científicos de otras islas como Antigua y Barbuda han hecho observaciones similares sobre los efectos del sargazo en las tortugas marinas.

Matando también a los manglares

El sargazo también parece tener un impacto potencialmente letal en los manglares del Caribe, una barrera natural importante para los huracanes extremos.

“Estas son plantas que viven en la orilla del mar y son plantas de marejadas, pero dependen de sus raíces aéreas y de sus raíces respiratorias, que están bajo tierra, para obtener oxígeno”, dijo Trench, el biólogo de Jamaica. “Ahora imagina una estera que cubra esas raíces e impida que el oxígeno fluya a través de ellas. Definitivamente, puede causar la muerte si es a largo plazo y es similar al impacto de algo como sería una mancha de petróleo en el manglar o basura, como los desechos sólidos”.

El sargazo ha impactado áreas de Jamaica donde se encuentran bosques de manglares, como en Salt River. Foto por Kirk Wright | Television Jamaica

Al igual que ocurre con los corales, los manglares a veces terminan asfixiados, sufriendo daños y poniendo en riesgo a otras especies que dependen de ellos.

Para García Rivas, la bióloga en México, un hecho es particularmente alarmante: a diferencia de muchos otros problemas que enfrentan los arrecifes que ella supervisa, la afluencia de sargazo no tiene una solución clara.

“No hemos creado un círculo virtuoso como, por ejemplo, con el pez león”, afirmó. “A pesar de ser una especie invasora, [el pez león] se puede pescar y comer, lo que mitiga el problema”.

El gobierno local busca soluciones

Ante este problema, el año pasado el estado de Quintana Roo creó un comité de 60 expertos de diferentes áreas que trabajaron durante siete meses para ayudar a crear lo que hoy se conoce como la Estrategia Integral para el Manejo y Aprovechamiento del Sargazo en Quintana Roo.

La estrategia cubre ocho áreas: salud; investigación y monitoreo; manejo del conocimiento, procesos y logística; utilización; marco legal; instrumentos económicos y ejes transversales. Esos avances claves incluyen designar al estado de Quintana Roo como la autoridad encargada de dar todos los permisos a investigadores o empresas que trabajan para convertir el sargazo en un producto. 

“El gobierno estatal es el que da todos los permisos para asuntos que van desde el transporte, recogido hasta el destino final. Con eso evitamos que las empresas estén dando vueltas preguntando al gobierno federal o al municipal dónde adquirir los permisos”, dijo Hernández Gómez, la Secretaria de Ecología y Medio Ambiente.

La respuesta es costosa. El año pasado, a la Secretaría Marina le asignaron $3 millones para recoger el sargazo en el mar usando sus barcos y barreras de anclaje, mientras a la Zona Marítimo Terrestre Federal se le asignaron cerca de $7 millones para recogerlo en las playas. En Quintana Roo, por medio de la Secretaría dirigida por Hernández Gómez, otros $1.7 millones vendrán para enfrentar el problema.

“Y este año, esa inversión se mantendrá”, añadió Hernández Gómez.

Esta investigación es el resultado de una beca otorgada por el Instituto de Formación Periodística del Centro de Periodismo Investigativo y fue posible en parte con el apoyo de la Open Society Foundations.

Palabras clave: sargazo, Mexico, Belice, ecosistemas del Caribe, bacteria, manglares saturados, blanqueamiento de corales, sitios de anidaje de las tortugas marinas