Agencias
Wall Street sufrió el martes su perdida más pronunciada de 2012 debido a la incertidumbre acerca de los venideros informes trimestrales de las empresas estadounidenses que cotizan en bolsa y las preocupaciones de que los costos de endeudamiento de España se acercan a niveles de crisis.
La caída amplió a cinco días la racha bajista más pronunciada y larga del año en la Bolsa de Valores de Nueva York. Más de la mitad de las ganancias del promedio industrial Dow Jones en el primer trimestre han desaparecido, y más de un tercio de las del índice de 500 empresas de Standard & Poor’s. El Dow Jones se desplomó 213.66 puntos, su tercera pérdida de tres dígitos en cuatro días. Cerró en 12,715.93 puntos, su nivel mínimo desde el 2 de febrero.
El S&P 500 perdió 23.61 puntos para cerrar en 1,358.59, su peor desplome en un día en lo que va del año. El índice compuesto Nasdaq perdió 55.86 puntos, su peor desempeño en lo que va del año, y concluyó en 2,991.22.
En Europa se intensificaron los temores por la salud financiera de España. El costo del dinero en este país e Italia registró un fuerte aumento. El de España se acerca lentamente a los niveles que obligaron a otros países a pedir rescates.
Los mercados europeos prefirieron deshacerse de acciones mientras Wall Street todavía dormía. Los índices principales de España y Francia cerraron con una caída de aproximadamente 3%.
El rendimiento de los bonos españoles a 10 años aumentó a casi 6%. En general se considera que cuando se llega al 7%, los gobiernos no pueden recaudar dinero en los mercados internacionales y deben pedir préstamos de rescate.
El 7% obligó a Grecia, el eje de la crisis de deuda europea, a pedir rescate, pero la economía española es cinco veces la de Grecia.
En otras bolsas europeas, el índice francés CAC-40 cayó 3.1% para cerrar en 3,217 puntos, mientras que el DAX de Alemania bajó 2.5% a 6,606. El índice FTSE de Gran Bretaña perdió 2.2% para concluir en 5,595.
Los analistas también temen que los altos precios de la gasolina perjudiquen la recuperación en Estados Unidos. El precio del barril de crudo bajó a $101 el martes, pero sólo porque los operadores prevén que la debilidad de la economía deprimirá la demanda.