Por Luisa García Pelatti
Moody’s Investors Service (Moody’s) rebajó la clasificación de la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) de A3 a Baa1, preocupado por la debilidad de la economía. La perspectiva es estable. La AEE tiene una deuda de $7,600 millones.
La decisión de Moody’s se produce tras conocerse que la corporación pública saldrá al mercado el 9 de abril con una emisión de alrededor de $480 millones. La emisión servirá para refinanciar $244 millones y el resto para mejoras capitales.
Con esta degradación, Moody’s coloca la clasificación de la deuda al mismo nivel que la tenían las otras dos agencias clasificadoras: Fitch Ratings y Standard & Poor’s (S&P).
Fitch mantuvo la nota en “BBB+” y cambió la perspectiva de estable a negativa, preocupado por la situación financiera de la AEE y ante la baja probabilidad de que se aumenten las tarifas para mejorar la situación financiera.
S&P mantuvo la clasificación “BBB+” con perspectiva estable. La agencia considera a la AEE un monopolio con un alta dependencia del petróleo, grandes requisitos de capital y una liquidez limitada.
Según Moody’s, la degradación se debe a las débiles métricas crediticias y de liquidez; a la debilidad de la economía, como muestra la caída en la demanda de electricidad; y a la expectativa de que los precios del petróleo se mantendrán altos en el corto plazo. La decisión de Moody’s pone la deuda de la AEE en el mismo nivel que la del Gobierno central y el Banco Gubernamental de Fomento (BGF), aunque en estos casos la perspectiva de la deuda es negativa en vez de positiva. Moody’s explica que esta diferencia se debe a que la AEE a puesto en marcha un plan “creíble”.
Moody’s destaca, como una de las fortalezas de la AEE, el hecho de que sea el único proveedor de energía eléctrica; que cuente con el apoyo en el manejo de liquidez del BGF; y que la junta de la AEE tenga autoridad para fijar las tarifas, al poder pasar mensualmente a los clientes los aumentos en el costo del combustible.
Como aspectos negativos, Moody’s menciona los frecuentes cambios en la dirección de la AEE, que generan inestabilidad; la alta dependencia del precio del petróleo; y los riesgos de construcción y los problemas para obtener los permisos ambientales para llevar a cabo el plan de conversión a gas natural.
La perspectiva estable se debe a que a juicio de Moody’s, las acciones legislativas recientes permitirán estabilizar los niveles de cuentas por cobrar y que la AEE será capaz de ejecutar su estratégica de largo plazo para disminuir la dependencia del petróleo y reducir los costos de combustible.
Juan Carlos Batlle, presidente del BGF, explicó que la agencia ha asumido el proceso de compra de combustible para eliminar ineficiencia. La primera compra fue por combustible hasta el mes de junio y se tradujo en un ahorro de $1.87 por barril.